El dominio de OpenAI en el sector de la inteligencia artificial enfrenta un nuevo desafío con la irrupción de DeepSeek, una IA china que ha superado a ChatGPT en descargas, y el reciente lanzamiento de Qwen 2.5-Max por parte de Alibaba. Estos avances no solo intensifican la competencia, sino que también podrían regular el mercado y reducir los costos de desarrollo de modelos avanzados.
DeepSeek, creada por una startup china, ha llamado la atención al convertirse en la aplicación más descargada en la App Store de EE. UU., superando a ChatGPT. Su modelo R1, lanzado el 20 de enero de 2025, ha demostrado un rendimiento competitivo con una fracción de los costos de desarrollo de OpenAI. Esta situación ha impactado las acciones de empresas tecnológicas estadounidenses, especialmente NVIDIA, cuyos chips son fundamentales en la industria de la IA. Por su parte, Alibaba ha presentado Qwen 2.5-Max, asegurando que su modelo supera a DeepSeek-V3, GPT-4o de OpenAI y Llama 3.1 de Meta en pruebas de referencia. Esto refuerza la presencia de China en el desarrollo de inteligencia artificial, fomentando una mayor competencia global y potencialmente desinflando la burbuja de precios en modelos avanzados.
A pesar del entusiasmo, ambas IA se encuentran en fase de pruebas, y surgen dudas sobre su eficiencia real y la dependencia de grandes infraestructuras de GPU. La industria se pregunta si estos modelos realmente pueden operar con menos recursos o si, al igual que OpenAI, dependen en gran medida de costosos procesadores avanzados. Otro punto de controversia es si DeepSeek utilizó código de OpenAI para su desarrollo. Investigaciones sugieren que la IA china pudo haberse basado en modelos preexistentes de OpenAI mediante técnicas de destilación de conocimiento, una práctica que podría generar disputas legales por derechos de autor. Microsoft, principal inversionista de OpenAI, ya ha comenzado una investigación sobre posibles robos de datos en este contexto.
En conclusión, la aparición de IA chinas como DeepSeek y Qwen 2.5-Max está cambiando el panorama de la IA. Si bien su llegada podría equilibrar el mercado y reducir costos, aún existen incertidumbres sobre su independencia tecnológica y el uso legítimo de su código fuente.