Por segunda vez en la historia del Perú se ha detenido a un hombre que dirige la inteligencia del país. Esta vez se trata del jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), José Luis Fernández Latorre.
La operación denominada Valkiria III, se ejecutó el último viernes y estuvo liderada por el Equipo Especial de la Fiscalía Contra la Corrupción del Poder, con apoyo de la Policía.
Como parte de la operación, se allanaron 11 inmuebles en Lima y Callao. Uno correspondía a Fernández Latorre, otro al exasesor palaciego Henry Shimabukuro, cuatro vinculados al empresario Samir Abudayeh y otro del exgerente general de Petroperú Hugo Chávez.
Cabe remarcar que Fernández Latorre fue quien se entregó a la Fiscalía, tras dictársele prisión preliminar por 10 días, por los presuntos delitos de organización criminal, encubrimiento personal y tráfico de influencias en el caso Petroperú.
Pero ¿quién es José Luis Fernández Latorre?
Este mayor de la Policía en retiro y que también es abogado, y que fue designado hace más de 14 meses como director de la DINI por el presidente Castillo y el expremier Bellido, también es natural de Chota, pero antes ya se desempeñaba como jefe del gabinete de asesores de la misma institución. Y a pesar de contar con más de 20 años de servicio en la Policía, sus ascensos fueron tardíos, porque su historial arrojó tres registros de inaptitud para el ascenso; pero también cuenta con 2 sentencias judiciales: la primera, en 1999 que fue condicional por enajenación; y la segunda en 2003 con reclusión militar por abuso de autoridad por haber agredido sin razón alguna al alumno de la policía Percy Ramírez; ocasionándole una lesión en el oído izquierdo.
Luego, se desempeñó como comisario policial en Tacabamba, Chota, localidad de la que es oriundo el presidente Castillo; y en 2005 fue denunciado por, presuntamente, haber cobrado cupos a los transportistas de la zona; por haber detenido arbitrariamente a un ciudadano y por agredir a un estudiante policial.
También lo sancionaron por dedicarse al consumo de alcohol y por ingresar en estado etílico al dormitorio de oficiales de una Comisaría acompañado de una fémina de dudosa reputación.
Pero a pesar de los graves cuestionamientos, su paisano Pedro Castillo se obstinó en nombrarlo para que sea sus ojos y sus oídos, por ser una persona de su entera confianza, pese a que no reunía el perfil, ni la experiencia para manejar la inteligencia nacional.
Entre tanto, hace unos días, el exsubsecretario general del Despacho Presidencial, Beder Camacho, reveló a la Fiscalía, que Fernández Latorre le entregó un sobre manila con la suma de 3 mil soles para entregarle a Bruno Pacheco, y también indicó que se le habría informado de dicha entrega al presidente Castillo.
Tras este escándalo que involucra gravemente a Fernández Latorre, el presidente Castillo se vio obligado a removerlo del cargo, aunque en la resolución que firmó el 26 de noviembre, el jefe de Estado le da las gracias por los servicios prestados.
Por el momento Fernández Latorre viene afrontando 10 días de detención preliminar.
Luego que se venza este breve encarcelamiento ¿Acaso habrá un pedido de prisión preventiva para que la Fiscalía ahonde en su investigación?
¿Fernández Latorre también se acogería a la colaboración eficaz para atenuar las presuntas penas que afrontaría en el futuro?
Sin duda, la función principal de Fernández Latorre como jefe de la DINI fue algo muy similar a lo que Vladimiro Montesinos realizó hace 30 años como jefe del SIN para cautelar a Alberto Fujimori. Brindar información clave al Presidente Castillo, para poder formular acciones para neutralizar las estrategias políticas de la oposición, y al parecer, obstruir las pesquisas fiscales que hoy afronta el gobierno.
Pero con una Dirección de Inteligencia descabezada en estos momentos, sin un Fernández Latorre, justo en pleno tramite de una nueva vacancia presidencial contra Pedro Castillo, ¿Aquello jugará en contra del régimen chotano, a tal punto de quedarnos sin mandatario antes de lo previsto?