El mundo al revés. Para nuestra jefa de Estado, Dina Boluarte, en el Perú las personas salen con una enorme sonrisa en el rostro a pasear un fin de semana totalmente despreocupados, los negocios atender con normalidad sin que un extorsionador los esté aterrorizando, los transportistas realizar sus rutas con la total confianza de que no recibirán balazos al finalizar su faena, los pequeños comerciantes, ambulantes, mototaxistas, más concentrados en sus ventas que en pagar el cupo a los delincuentes.
La presidenta vive alejada de la realidad y por mucho menos un Parlamento opositor ya estaría tramitando su moción de vacancia. Sus constantes disparates y omisiones para combatir la delincuencia ya la habrían catalogado como una incapaz moral, pero hasta el momento existe un silencio cómplice desde el Congreso.
Nuestra presidenta chalhuanquina afirmó este miércoles en Davos, Suiza, que «el Perú ahora es un país que ha recuperado su tranquilidad política, económica y social», y que ello lo hace un lugar confiable para las inversiones; pero también reconoció que los peruanos «tenemos» el problema de la criminalidad organizada, aunque subrayó que este es un padecimiento «global».
«Creo que (el Perú) es un país en el cual se debe confiar no solo para la inversión nacional sino para la internacional, que es la que más nos interesa», dijo Boluarte durante su participación en el Segmento de Alto Nivel con Líderes y partes interesadas de América Latina: «Abordando las fallas de América Latina», encuentro que forma parte del Foro Económico Mundial 2025, al que asiste la mandataria en la mencionada ciudad europea.
La jefa de Estado enfatizó que el Perú «está entrando en una gobernanza tranquila» tras las crisis políticas que, desde el 2018 -luego de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la Presidencia de la República-, provocaron la sucesión de cinco mandatarios en seis años.
No obstante, Boluarte dijo que el país aún debe lidiar con el flagelo de la «criminalidad organizada y transnacional», pese a que su Gobierno, según aseguró, encontró a la Policía «sin la logística necesaria» para enfrentar este problema.
«Este problema no es típico del Perú, es global, estamos lidiando porque también encontramos un Ministerio del Interior, donde está nuestra Policía Nacional sin la logística necesaria, ahora estamos entregando equipos y uniformes, camionetas y motos para poder vencerla», dijo.