Escribir en esta columna sobre el arte abstracto es un acto de fe más que didáctico/dialectico y en el cual este dogma – el abstracto- se ha hecho ya típico y tópico – sea cual fuere la procedencia – de los artistas que nos expresamos a través de esta forma de hacer y sentir el arte.
Como primera entrega me referiré exclusivamente a la imprescindible muestra que se inauguró el 13 de agosto último en la galería «Servulo Gutiérrez» del C.C. de Jesús María no sin antes agradecer infinitamente al director de la sala en mención, el señor Román Alvarado, quien no dudo en ningún momento de acoger tal proyecto de mi autoría.
Este evento, «tributo a los 100 años del arte abstracto», no es más que un homenaje, un reconocimiento a este estilo que se dio a luz cuando Vassily Kandinsky pinta una acuarela deliberadamente abstracta allá por el lejano 1910. Siendo de esta forma la primera obra abstracta del siglo XX.
» Tributo a los 100 años del arte abstracto» refleja la postura artística/filosófica de los artistas que en ella participamos; desde uno de los pioneros como Fernando de Szyszlo y pasando por generaciones intermedias hasta llegar a los últimos seguidores de esta tendencia como Cecilia López –pintora- y Valdemar Castillo –escultor- .
Esto es, una exposición en la que se reúne buena parte de las últimas seis décadas de artistas abstractos peruanos.
Cabe recordar la realización en 1958 del » primer salón de arte abstracto «, cuya organización estuvo a cargo de los pintores Eduardo Moll y benjamín Moncloa, evento este, que oficializó la aceptación de esta tendencia en nuestro medio.
Entre los notables participantes de la muestra que nos ocupa, se encuentran el mencionado de Szyszlo, Eduardo Moll, Alberto Guzmán -nuestro más importante escultor quien reside en París-, Armando Varela -gran escultor residente en Londres-, Enrique Galdós Rivas -el mejor pintor abstracto peruano-, Miguel Nieri, Milner Cajahuaringa -maestro de la pintura peruana-; así como escultores y pintores tanto de cronología intermedia como jóvenes artistas abstractos, que a no dudar serán de tanta importancia y productividad en el futuro .
Se muestra y enfatiza en esta gran exposición, la vigencia y buena salud de la que goza el arte abstracto peruano, y en la que se aprecian las distintas vertientes abstractas entre las que nos movemos los artistas -incluido el suscrito -, asumiendo cada vez con mayor convicción esta postura expresiva elegida.
Pudimos apreciar desde la abstracción gestual, informal y puramente expresionista hasta la vertiente reflexiva/analítica, abstracción de epidermis geométrica -a la cual me adscribo -; evidenciando con esto una adecuada simbiosis entre la razón y la intuición, mediante el buen uso del color y la forma, de lo plano y lo tridimensional, en una vastedad de materiales y soportes que enriquecen cada vez más al arte peruano.
En síntesis, «Tributo a los 100 años del arte abstracto «, manifiesta el hecho de que la abstracción está más viva que nunca por su carácter contundentemente atemporal, ilimitado en cuanto a posibilidades creativas y que desde hace 100 años lo llevamos en nuestro ADN.
Participantes: Fernando de Szyszlo, Alberto Guzmán, Enrique Galdós Rivas, Armando Varela, Milner Cajahuaringa, Eduardo Moll, Miguel Nieri, Jesús Portugal, Andrés Molina, Oswaldo Higuchi, Cleto Carpio (cardac), Lucy Angulo, Miguel Brenner, Ricardo Díaz Callegari, Jesús Molina, Abel Salazar, Miguel Ángel Velit, Raúl calderón, Luis Yamamoto, Américo Ccala, Sergio Silva, Eugenio Cohaila, Oscar Juárez, Eduardo Cochachin, Vladimir Ramos, Iván rojas, Cecilia López y Valdemar Castillo.