El «concretismo» es una variante del arte geométrico. su primer teórico fue Theo Van Doesburg, el cual veía en la concreción, la comprensión del arte como tal, es decir de una comprensión universal, dada la simplicidad formal de la obra misma.
o sea una obra concreta, libre de contextos específicos y de nula emotividad.
Así es como una nueva generación de artistas brasileños adopta este carácter racional, aunque es bueno remarcar que esta tendencia se da por varias causas.
En 1947 se funda el museo de arte de Sao Paulo. Así mismo en este y en el museo de arte moderno de Río de Janeiro albergan exposiciones de arte contemporáneo y entre ellas destaca la de Max Bill en 1950. Este artista suizo influyó notablemente en los jóvenes artistas locales, como también lo hizo el crítico e historiador de arte brasileño Mario Pedrosa, basándose este en la teoría de la gestalt.
En 1952 aparecen 2 grupos de artistas brasileños adscritos al arte concreto; el grupo «ruptura» de Sao Paulo y el grupo «frente» de Río de Janeiro.
Cabe señalar que algunos historiadores brasileños sostienen que es en 1953 año que nace este movimiento.
El grupo «ruptura» lo fundan Waldemar Cordeiro; Luís Sacilotto; Geraldo de Baros; Lotear Charoux; Kazmer Fejes; Anatol Wladislaw y Leopold Haar.
El «Leit Motiv» de este grupo era la geometría pura, nada de simbolismos en el arte.
En cambio el segundo grupo -«frente»-, no descartaba las formas orgánicas en la creación de sus obras. Este grupo lo funda Iván Cerpa y está integrado por:
Abraham Palatnik; Decio Vieira; Hélio Oiticica; Joao de Costa; Aluisio Carvao; Lygia Pape y Lygia Clark.
En la primera exposición de arte concreto, 1956, se pudo ver la diferencia creativa de estos 2 grupos. El primero -«ruptura»-, acusó al segundo -«frente»-, de no ser consecuente con los postulados racionales que motivaron la creación de este movimiento. Esta acusación se basaba en el hecho de que el grupo «frente» presentó obras ambiguas en el que también se apreciaba cierta gestualidad, cierta intuición en las mismas.
El «concretismo» pues, desecha el subjetivismo y lo sustituye por los criterios racionales de la geometría plana. Investiga las relaciones óptico-sensoriales, democratiza la forma racionalizando su propio ambiente y conjuga magistralmente la línea, el punto, el plano, el color y el volumen.
Hace de la percepción el elemento central de la obra, de la expresión estética y crea una poética de la línea y el plano.
Identificando al cuerpo humano como una «máquina visual», para lo cual solo percibe lo monocromático y lo ortogonal.
Muchas obras de este período emplean elementos geometrícos en negro sobre fondos planos, con énfasis en la línea y en el peso de los volúmenes.
A pesar de comulgar en casi todos los aspectos teóricos en cuanto a lo concreto, la discrepancia entre los 2 grupos -«ruptura»y «frente»-, origina casi por inercia que se cree el «grupo neoconcreto», con su respectivo manifiesto; «el manifiesto neoconcreto» en 1959.
El cual realiza su primera exposición en el museo de arte moderno de Río de Janeiro.
Lideró este movimiento el poeta Ferreira Gullar, quien escribió el susodicho manifiesto. En resumen este dice así:
«proponemos la reinterpretación del «neoplasticismo», del «constructivismo» y de los demás movimientos afines. para lo cual hacemos uso de una nueva plástica, sin actitudes cientifistas; el arte no es «máquina» ni «objeto»; es un «cuasi corpus», una instancia que no se agota en la relación con los elementos externos que la rodea».
La construcción de Brasilia coincide con el movimiento neoconcreto. Estos artistas se plantean como hacer participar al espectador en la creación de las obras.
Así es como el racionalismo purismo concreto es sustituido por la sensualidad del color y en la intervención del público en la misma obra de arte.
Las obras de los artistas cariocas Hélio Oiticica, Lygia Clark y Franz Weissmann están siempre concebidas dando protagonismo del color y al carácter lúdico. Esto se nota más en las creaciones de «los bichos» de Clark, la cual se basan en el origami, utilizando el aluminio unido con bisagras, articulando así los elementos que forman parte en su obra. Aquí es donde vemos notoriamente el auge de la relación «cuerpo-máquina».
Ahora me referiré a quienes quizá son los 4 más grandes e importantes artistas del concreto brasileño:
Amilcar de Castro (1920-2002)
Artista oriundo de Minas Gerais. Estudió diseño con Alberto da Veiga Guignard y esporádicamente escultura figurativa con Franz Weissmann.
A comienzos de los 50’s, influenciado por Max Bill, abandona la figuración y empieza a transformar el plano en su nueva obra, cortando y colgando maquetas en papel, para luego ejecutarlas en acero.
Participa en la exposición de arte concreto en Sao Paulo, 1959. Adscrito en 1960 al «manifiesto neo concreto» participa en la exposición «arte concreto» en Zurich.
Luego gana un premio en el salón de arte moderno del moma, 1968. Regresa a Brasil e ingresa como profesor en la universidad federal de su ciudad natal.
Replantea su visión creadora con una omnipresente geometría y una rigurosa división del plano en sus obras escultóricas.
Amilcar de Castro muere en el 2002, dejando tras de sí toda una vida dedicada a la investigación en el arte y es artista de primera fila del arte brasileño, sino también del respectivo latinoamericano.
En su obra siempre domina la geometrización y en la que se insinúa la articulación de la yuxtaposición de sus partes.
Franz Weissmann (1914-2005)
Artista nacido en Austria. Con su familia se muda a Brasil en 1924. Adopta esta nacionalidad. Estudia en la escuela de bellas artes de río de janeiro a inicios de los 40’s.
Fue miembro del grupo «frente» en los 50’s. Participó en la exposición nacional de arte concreto tanto en río como en Sao Paulo en 1956-7. En 1960 lo hizo en la exposición de arte concreto en Zurich.
Participa en 1971 en la bienal de escultura al aire libre en la ciudad de Antwerp.
En los 70’s y 80’s Weissmann recibe varios premios nacionales y extranjeros, varios en las bienales de Sao Paulo.
Obtiene en 1993 el premio para las artes del ministerio de cultura de Brasil.
Su obra forma parte de muchísimos museos en el mundo y también están instalada en espacios urbanos como en los jardines del moma y en el memorial latinoamericano de Sao Paulo. Murió en Río de Janeiro en el 2005.
La obra de Weissmann denota poesía en el espacio con elementos mínimos en un ejercicio de total libertad y la capaz de abstraer las formas en un también, espacio abstracto.
Lygia Clark (1920-1988)
Artista nacida en Belo Horizonte. Empieza sus estudios de pintura en 1947 en Río de Janeiro, con Burle Marx.
En los años 50 se muda a París, ahí trabaja con Fernand Leger, Dobrinsky y Arpad Szenes.
Ya de regreso en Brasil, forma parte del grupo «frente» en 1954. Crea sus pinturas constructivistas ciñéndose al uso estricto del color blanco y el color negro.
Participa en la exposición nacional de arte concreto en Río de Janeiro y participa del «manifiesto neo concreto».
En 1960 da inicio a su serie de obras en aluminio llamada «bichos», en la que invita al espectador a actuar directamente en su obra. Pues los elementos que la conforman están unidos por bisagras, lo que de por sí cambiaban de forma mediante la interacción obra-espectador en total sentido lúdico.
En 1964 vira su obra hacia lo corporal, con cierta poesía, resultante de experimentos sensitivos.
En su etapa de docente en la Sorbona, 1970-1975, enfatiza en estas pruebas sensitivas creando su serie «objetos relacionados» al cual les da usos terapéuticos.
Clark participa en muestras colectivas en el moma, 1960; en la OEA, 1962; en la exposición «señales» en Londres, 1965 y en infinidad de salones y exhibiciones alrededor del mundo.
Lygia Clark muere en Río de Janeiro en 1988.
Hélio Oiticica (1937-1980)
Nace en Río de Janeiro. En 1954 estudia pintura con Iván Serpa en el museo de arte moderno de esa ciudad. Fue miembro del grupo «frente» y también participó de la primera exposición de arte concreto en Río, 1956 y en la del museo de arte moderno de Sao Paulo en 1957.
Dos años después renuncia a la ortodoxia concreta. Abandona sus estructuras bidimensionales sobre el lienzo, se autoimpone la restricción de colores mediante el uso del espacio como vía para expresar sus creaciones plásticas. Sus famosos «relieves espaciales» datan de esta época; eran en sí relieves tridimensionales a base de láminas suspendidas, en las que el espectador podía manipularlas, creando así sus primeros «penetrables». Laberintos plásticos en el que la sucesión de los colores creaban ritmos cromáticos.
En 1960 exhibe en arte concreto en Zurich. Desde entonces su arte se incrementa en cuanto a la posición del espectador interactuando con su obra.
En 1965 expuso en la galería Whitechapel de Londres. Desde 1970 a 1978 fue becario de la fundación Guggenheim de Nueva York.
en 1992 la fundación que lleva su nombre organiza una gran retrospectiva sobre su obra. Esta exhibición también viajó hacia otros museos de arte moderno del mundo.
Hélio Oiticica fallece en su ciudad natal en 1980. Nos dejó una obra única, de la que no estaba exento el espectador. Esto le deparaba una sublime satisfacción.