Hace más de un año, precisamente el 11 de marzo de 2020, Lima Gris denunció el caso de 400 hornos de ladrilleras que operan sin licencia en el distrito de San Jerónimo, ubicado en la ciudad sagrada del Cusco. Ese problema se origina desde el año 2007 y aún no hay una solución.
Aquella ocasión, se logró evidenciar que esas ladrilleras, que como insistimos trabajan al margen de la ley, utilizan ramas de eucalipto, llantas, aserrín, plástico, y otros materiales para encender los hornos. Todos esos productos reciclados no hacen más que generar una fuerte humareda causante de muchos problemas de salud.
Haciendo caso omiso a reiterados pedidos para que la Municipalidad Provincial del Cusco, El Gobierno Regional del Cusco, la Municipalidad Distrital de San Jerónimo, el Ministerio de Salud, así como el Ministerio del Ambiente, el grupo ambientalista, encabezado por Julio Warthon, y Juan Miranda Campo, vienen solicitando una reunión con el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, para que atienda sus reclamos.
“Como cusqueño, es de su conocimiento la problemática de la contaminación ambiental en el Cusco, la cual es generada por diversos factores como es la quema indiscriminada en las ladrilleras de San Jerónimo y Piñipampa, el uso de combustible fósil, entre otras actividades que emiten gases tóxicos y genera grave perjuicio para la salud pública, problema que a la fecha no es atendido debidamente por las autoridades pertinentes”, se lee en la carta dirigida al Premier Bellido.
En efecto, durante casi 15 años esas ladrilleras han trabajado a expensas de la salud de todos los pobladores, con conocimiento pleno de todas las autoridades. Mientras tanto, esas ladrilleras, tal como confesó en ese momento el alcalde de San Jerónimo, Albert Arenas Yabar, operan tanto de día como de noche.