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«Cuando gobernar es quitar la vida», por Umberto Jara

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El médico Oscar Ugarte sigue brindando entrevistas con preguntas complacientes en su intento de distraer y encubrir su gravísima responsabilidad y, como suele ocurrir, en las personas sin escrúpulos está recurriendo a las mentiras, una actitud que agravia aún más a los muertos por falta de oxígeno y a los que, lamentablemente, seguirán falleciendo.

Nos cree tontos. Esta mañana en Canal N varió su posición y admitió ser el único responsable de haber firmado la Resolución Ministerial N° 062-2010/Minsa que elevó de 93% a 99% la exigencia en el grado de pureza del oxígeno. El día anterior había dicho que, cuando firmó esa oprobiosa resolución, se le había pasado revisar el informe técnico y que “quizás detrás de eso había intereses”.

Los intereses existieron y ese fue el origen del negociado y no puede afirmar que no participó porque es mentira que se le pasó un informe técnico. Ese informe “técnico” fue realizado en su propia gestión y está en el expediente Nº 08-116593-001 que corresponde al año 2009. Ugarte asumió el ministerio de Salud el 14 de octubre de 2008. Es falso que se le haya pasado un informe. Si la memoria le falla que haga el siguiente ejercicio: el expediente fue recibido y validado por la abogada Desilú León Chempén, burócrata en varios sectores que trabajó con él y el día de hoy es Secretaria General de la Presidencia del Consejo de Ministros nombrada por el premier Vicente Zeballos y designada, en marzo pasado, gran casualidad, como secretaria técnica de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel contra el COVID-19.

En resumen, detrás de estos cargos de nombres pomposos algo está claro: el negociado del oxígeno medicinal lo originaron el médico Oscar Ugarte y la abogada Desilú León el año 2010, y hoy día forman parte del actual gobierno. Por eso, Ugarte, el ministro de Salud Víctor Zamora y el premier Vicente Zeballos, todos ellos a cargo del tema COVID-19, no solicitan la derogatoria del oligopolio otorgado a las corporaciones Linde y Air Products. Tampoco el presidente de la República toma la iniciativa. ¿Por qué no derogan la norma que beneficia a las dos corporaciones mientras los peruanos se mueren por asfixia? ¿Por qué solamente la han suspendido durante la pandemia en lugar de dejar sin efecto el negocio? Solo hay dos razones y las dos deben ser investigadas y sancionadas: o quieren mantener el negociado que ya lleva 10 años de vigencia, o tienen temor a que las empresas favorecidas filtren información que los ponga frente a una acusación penal.

Todo bribón ejerce el cinismo y Ugarte, además, lo exhibe ante las cámaras. En la complaciente entrevista de esta mañana en Canal N sostuvo, presumiendo que los ciudadanos somos ignorantes, que “en ese momento la farmacopea americana y la europea no tenían precisión al respecto y que en ese momento no había todavía otros elementos de juicio”. Si seguimos el razonamiento de Ugarte entonces todos los pacientes que usaron oxigeno al 93% antes del año 2010 —cuando él elevó la exigencia a 99%— tendrían que estar muertos o habrían sufrido envenenamiento porque ese es el oxígeno que se usaba en el país. Pero basta preguntar a médicos honrados y capaces para saber que el estándar conocido como Oxygen 93 percent, contiene no menos de 90% ni más de 96% de oxígeno, por tanto, exigir el 99% carece de todo sentido, salvo que se quiera hundir el mercado local para darle un oligopolio a las corporaciones Linde y Air Products, cosa que efectivamente hizo Ugarte y que hoy mantienen Vizcarra, Zamora, Zeballos y Ugarte.

Hay algo mucho peor en la mentira grotesca utilizada por Ugarte. El oxígeno medicinal se usa como tal desde 1,780, es decir, la humanidad entera ha sobrevivido guerras, pandemias, intervenciones quirúrgicas, cuidados intensivos sin necesitar el oxígeno medicinal al 99% y Ugarte viene a decirnos que en el año 2010 “la farmacopea americana y la europea no tenían precisión al respecto”. Es evidente que quien sí tenía precisión para el negociado era Ugarte, quien con esa resolución se trajo abajo la industria del oxígeno, llenó las arcas de dos corporaciones extranjeras y ahora miles de peruanos mueren y otros se angustian por un balón de oxígeno. La situación es criminal porque no se trata de una producción complicada y cada hospital podría producirlo, pues, una pequeña planta de oxígeno puede generar varios litros por minuto, y una de mayor envergadura 120 toneladas por día. No hay razón para que la gente muera por falta de oxígeno.

El gobierno no puede escudarse en “el colapso sanitario” y sus absurdos seguidores que aplauden la miseria moral, no pueden decir “le pasó a las más grandes potencias”. No. Para nada. No se trata de muertes por Covid-19, se trata de muertes por falta de oxígeno que afecta a todo tipo de pacientes, desde recién nacidos hasta ancianos, y ese oxígeno se podía producir en cantidad y sin problemas.

Usted que lee estas líneas mire el video que está al final. Ocurrió hace unos días. Son bebés recién nacidos en Tarapoto que necesitaban estar en incubadoras y se acabó el oxígeno. Desesperadas enfermeras trataron de darles respiración manual. Fue inútil. Murieron varios bebés. Algún miserable pondrá alguna barbaridad o duda en sus comentarios. A ver si se atreve a preguntarle a la Sra. Kelly Yobana Rengifo Angulo lo que se siente al perder a mellizos que habían nacido prematuros y necesitaban respirar en una incubadora.

Estamos tolerando demasiado. El individuo que finge ser presidente de la República y su miserable ministro de Salud, nunca quisieron convocar equipos profesionales para manejar la crisis originada por esta pandemia. Optaron por refugiarse en su entorno encabezado por un gabinete ministerial de burócratas incapaces. El presidente Vizcarra nos sigue insultando con sus conferencias de prensa usando información tergiversada o falsa o efectista como la del día de hoy: en aparente acto justiciero hace exigencias a las clínicas pero no se ocupa de soluciones inmediatas que están al alcance. ¿Por qué no encara de ese modo “valiente” a las empresas que han generado el colapso del oxígeno?

¿Y el complaciente periodismo? ¿no se da cuenta que están encubriendo muertes? A viva voz investigaban hasta a un ladronzuelo de billeteras y ahora son silenciosos espectadores mientras repiten y repiten “quédate en casa”. ¿Eso es periodismo? ¿Qué les dirán a sus hijos mañana? ¿A ellos también les mentirán y no les contarán que guardaron silencio mientras morían recién nacidos y las madres se desesperaban y doblaban de dolor? ¿Están seguros los periodistas complacientes que mañana no necesitarán atención médica y que también les puede tocar? ¿Qué lleva al periodismo a encubrir tanto?

En nuestras narices están las evidencias de corrupción. Verán que en un tiempo, esperemos no lejano, Vizcarra y su corte encabezada por Zeballos y Zamora quedarán más al desnudo. Pero hoy ¿van a seguir impunes mientras mueren miles de peruanos y no por Covid-19?

Un inteligente amigo me hace notar que este gobierno “esperó” 100 días para darse cuenta de que el problema del oxígeno se iba a presentar. El primer día ya se sabía que el Covid-19 ataca los pulmones, bastaba un simple razonamiento para generar, desde el primer día, una producción mayor. ¿Por qué no lo hicieron? Que no se refugien en la ineptitud. La razón es evidente: el negociado. Si había mucho oxígeno el precio bajaba. Si se ponía fin al oligopolio fundado por Ugarte y continuado por Vizcarra, esas dos empresas pasaban a tener competencia y perdían el mercado porque no es complicado producir oxígeno: lo hizo en unos días un sacerdote en Iquitos. Reparemos en algo más. ¿Cuál es la solución que anunció el ministro de Salud Zamora? La importación de oxígeno. No la liberación del mercado para producir internamente sino la importación. Precios altos, comisiones, negocio. ¿Alguien quiere seguir creyendo que el gobierno de Vizcarra es honesto? Es más ruin que uno deshonesto: genera muertes. Mire el video y respóndase.

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