El documental «Protestas, Procesos y Propuestas», Gran Premio Presidente Salvador Allende 2017, trata de luchas sociales y movimientos contraculturales en Lima. El Perú, un país dolido en sus entrañas y que hasta hoy no encuentra la manera de sanar sus históricas heridas, aquí vive y lucha a golpe de poesía hip-hop combativa que penetra los cerros de Lima más abandonados por el Estado.
Protestas, Procesos y Propuestas dirigido por Pablo Malek y producido por el Colectivo Palante, recibió el Gran Premio Presidente Salvador Allende 2017 en el XI Festival de Cine de los Derechos Humanos Cineotro Valparaiso en Chile. El documental recorre diez años de luchas sociales y movimientos contraculturales en Lima-Perú. Un país dolido en sus entrañas y que hasta hoy no encuentra la manera de sanar sus históricas heridas, aquí vive y lucha a golpe de poesía hip-hop combativa que penetra los cerros de Lima más abandonados por el Estado, hasta los barrios de clase media con anhelo de gritar su indignación y su rebeldía frente a las injusticias y los abusos de una clase política incapaz de imponer igualdad social y económica.
El director, ciudadano del mundo nacido en Francia, no olvida como la escuela francesa supo exitosamente exportarse a América Latina en vista de instalar las peores dictaduras del continente, y de servir hasta hoy día, como lo muestra el documental, una policía peruana «afrancesada» encargada de controlar -con técnicas «de control de multitudes» dignas de un régimen totalitario- a quien quiere luchar contra un poder que va perdiendo legitimidad entre la ciudadanía.
Protestas, Procesos, Propuestas (2017)
Protestas, Procesos, Propuestas (2017)
Si bien es de Malek la idea de recopilar en 2015 información e imágenes sobre el movimiento contracultural después de Alberto Fujimori -quien en 1990 instauró una dictadura junto con el apoyo de Estados Unidos con el fin de poner fin a una década de rebelión popular y de violencia revolucionaria a manos del Partido Comunista del Perú o Sendero Luminoso- el director trabajó de la mano con sus compañeros miembros de colectivos contraculturales para juntar el material de archivo de los últimos 10 años, lo cual representa el 50% del documental que fue posible armar en un año y medio, sin fondos, colectiva y colaborativamente, en la línea de las herramientas de comunicación alternativa.
Pablo Malek.
Protestas, Procesos y Propuestas: Solidaridad y resistencia contra-cultural, Lima-Perú inicia con la historia relativa al conflicto armado (1980-1992) para llevarnos seguidamente por los crímenes de lesa humanidad cometidos por los sucesivos gobernantes peruanos, siendo algunos encarcelados, como lo son Fujimori desde 2009 y el ex militar Ollanta Humala desde 2017, o susceptibles de serlo en el futuro, como Alan García y Alejandro Toledo. Todos tienen en común haber seguido a la letra las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los Estados Unidos. Todos tienen en común haber ordenado la tortura y/o matanza de ciudadanos.as peruanos.as que han defendido su derecho a vivir libres de opresión económica, política, social y cultural. Un gobierno hoy en manos de Pedro Pablo Kuczynski cuyo modelo económico no anuncia nada nuevo en un contexto de corrupción rampante.
Paro nacional, Lima, julio 2015.
Ya pasado y derrotado el tiempo de las armas y de las bombas contra una violencia y un terrorismo de Estado que hasta hoy no cesa, emergen en los años 1990 colectivos de jóvenes cuyas armas son la insurgencia, pero desde el arte, la poesía, la pintura, el dibujo, la música, la danza, el rap y el hip hop, que habitan de igual manera el director, también rapero. Sabe expresar la rabia y la resistencia contra la corrupción de Estado, sea con hermanxs peruanxs, franceses o latinoamericanxs.
La resistencia descolonial, antirracista y anticapitalista vivida en Francia extiende su grito hacia Perú, el país de Latinoamérica donde la clase burguesa ejerció con más ferocidad y con más tiempo su colonialidad del poder y su dictadura. Perú, país espejo que remite a los hijos y nietos de migrantes que, en Francia, no nos sentimos muy franceses por una historia colonial que hasta ahora propicia divisiones y desgarres en esa sociedad.
El documental hace descubrir a los y las que a diario son conscientes de la importancia de seguir luchando e informando con el arte y en las calles. Un viaje antropológico desde las entrañas de casi 30 iniciativas, espacios y colectivos auto-gestionados, independientes, autónomos, libertarios, desde El Averno hasta Zona Liberada, pasando por La Anarquía, Amapolay, El Kolectivo Feminista Kontrakultural Las Insurgentes, Comunidad Callao Underground, Espacio Abierto, Guerrilla Audiovisual, Tomate, El Colectivo, Atake Grafiko, MaldeOjo, A Desalambrar, Amachaq Pacha, Rurinkancho, Radio Bomba, Crítica Abierta, Hazlo Pirata (con Educación-Agitación-Acción), Casa Pocofloro y el Comité Pokofló con rap social.
El Festival Nosotras Estamos en la Calle, campañas pro aborto sin feminismo institucional, sin ONGs, mujeres en lucha, activistas lésbiko-feministas, asambleas comunitarias, poder barrial, soberanía audiovisual, bloques Hip Hop en las marchas ciudadanas.
También Teatro de Calle, del cual va aquí una secuencia extra inédita del documental:
Protestas, Procesos y Propuestas dirigido por Pablo Malek y producido por el Colectivo Palante, recibió el Gran Premio Presidente Salvador Allende 2017 en el XI Festival de Cine de los Derechos Humanos Cineotro Valparaiso en Chile. El documental recorre diez años de luchas sociales y movimientos contraculturales en Lima-Perú. Un país dolido en sus entrañas y que hasta hoy no encuentra la manera de sanar sus históricas heridas, aquí vive y lucha a golpe de poesía hip-hop combativa que penetra los cerros de Lima más abandonados por el Estado, hasta los barrios de clase media con anhelo de gritar su indignación y su rebeldía frente a las injusticias y los abusos de una clase política incapaz de imponer igualdad social y económica.
Colectivos que rechazan los partidos políticos y las armas, pero que son criminalizados por un servicio de inteligencia y una policía que necesitan inventarse enemigos para respaldar una élite súbdita que satisface a inversores extranjeros ávidos de oro, de cobre y de plata, sin importar que se mueran de cáncer o de bala los campesinos y campesinas andinas que hasta hoy defienden sus tierras y su agua.
Los crímenes de lesa humanidad y abusos de todo tipo son enumerados y recordados a través del activismo cultural y político de los colectivos que denuncian las masacres de Barrios Altos, La Cantuta, Castro Castro, Bagua, las esterilizaciones forzadas, Cajamarca, Yanacocha, Conga, Pichanaki, Tía María, La Parada, Cantagallo.
También denuncian la eliminación “del pensamiento critico y del pueblo organizado”, la constitución neoliberal, la izquierda institucional, el sistema electoral, genocidio, contaminación, explotación, corrupción, gentrificación, mercantilización, Marcaperú, etc… en un viaje que nos lleva a Comas, San Juan de Miraflores y su muro de la vergüenza en Pamplona, Rimac, el Cerro San Cosme, Independencia, el Agustino, Villa El Salvador y otras barriadas de Lima a través del arte, de la solidaridad, de lo colaborativo, de la comunicación popular, alternativa y participativa, y del Hip-Hop organizado, uniendo fuerzas y acompañando un pueblo humillado y oprimido que resiste, se levanta y se levantará.