Luego de las diversas denuncias contra el Ministerio de Cultura del Perú y su ministra Sonia Guillén, la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República, se pronunció respecto a la situación del sector cultura. En el documento se menciona que se ha detectado que hasta la fecha ningún trabajador cultural independiente ha accedido a un bono económico. No se ha implementado medidas concretas que atiendan de manera inmediata a los trabajadores culturales. No existe un registro sectorial de los distintos trabajadores de la cultura, y, que además, no existe una posición oficial de Estado frente al sector cultural.Es por ello que el Congreso solicita que se declare en emergencia cultural.
En el documento de la Comisión de Cultura y Patrimonio del Congreso de la República, emitido hoy el Congresista del FREPAP, Alcides Rayme Marín, se menciona lo siguiente:
No se ha implementado medidas concretas que atiendan de manera inmediata a los trabajadores culturales y ni siquiera se han tomado medidas urgentes para apoyar a los que se encuentran en situación vulnerable y crítica.
A la fecha ningún trabajador cultural independiente ha accedido a un bono económico, pese a que esa es la categoría usada en el Sector Cultura en la “Encuesta sobre impactos y potenciales medidas de amortiguamiento en el sector de las artes, industrias culturales y creativas, y museos en el Perú”. Y los resultados iniciales indican que el 45% de los que respondieron la encuesta señalaron que permanecen en casa y sin trabajo.
No existe una posición oficial de Estado frente al sector cultural, siendo además inaceptable que la palabra CULTURA no haya sido mencionada en ninguno de los mensajes presidenciales, a pesar de ser quizá, el sector más golpeado en esta pandemia, el de más tardía reactivación y el que tendría mayores exigencias y prohibiciones en forma indefinida.
Las atribuciones legislativas otorgadas al Poder Ejecutivo mediante la Ley 31011, Ley que delega en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar en diversas materias para la atención de la emergencia sanitaria producida por la COVID-19, dadas por un plazo de 45 días naturales, jamás fueron utilizadas por el Sector Cultura y vencieron sin que se haya expedido ninguna norma para mitigar los efectos negativos a la gestión cultural e industrias culturales. A pesar que el numeral 10) del artículo 2 de la precitada ley faculta al Poder Ejecutivo a legislar en materia de promoción cultural y a dictar medidas para amortiguar el impacto y promover la reactivación económica del ámbito cultural, en el contexto del estado de emergencia sanitaria por el COVID-19.
No existe un registro sectorial de los distintos trabajadores de la cultura, discriminado por tipo de actividad y regiones, por lo tanto, no se encuentran identificados y menos es posible focalizar a los grupos de atención. Ello indudablemente complica la toma de decisiones y por supuesto la gestión que estas circunstancias demandan.
No existen canales idóneos de comunicación fluida y menos de participación y coordinación con los grupos culturales; quienes manifiestan que solo son atendidos por directores del Ministerio de Cultura; por lo que los ofrecimientos y conversaciones quedan en esa instancia. Lamentablemente no se han dado reuniones directas con la Ministra de Cultura en su calidad de responsable del sector, pese a que la existencia de múltiples solicitudes.
A la fecha no existen Mesas de Trabajo o instancias de expresión y diálogo directo entre los trabajadores de las distintas actividades culturales con la Ministra de Cultura.
No se han establecido acciones de soporte y asistencia básica que permitan que los grupos, colectivos y asociaciones de los diversos entes culturales, puedan contar con ayudas económicas, financieras y de infraestructura. Lo que les permitiría afrontar los costos como servicios, gastos operativos, alquileres y otros asociados a sus actividades centrales, para evitar que las industrias culturales a las que se dedican desaparezcan.
No se han aprobado ni se vienen trabajando con los interesados en la elaboración de los protocolos de medidas sanitarias, exigencias que permitirán la reactivación económica progresiva de las distintas expresiones culturales. Permaneciendo las actividades culturales paralizadas y los centros culturales cerrados de manera indefinida, lo que indudablemente pone en peligro la permanencia de las cadenas de valor.
Dentro de la coyuntura del estado de emergencia por la pandemia, la Comisión de Cultura del Congreso señala:
«Al haberse detenido toda la cadena de producción cultural y artística se ha generado el desempleo de creadores, artistas, gestores culturales, docentes de educación artística, porteadores, técnicos y en general de los trabajadores de la cultura; se vienen produciendo grandes pérdidas por la cancelación de contratos y compromisos asumidos que no pueden ser afrontados; y al no existir perspectiva ni plazos para mitigar esta paralización la cultura se encuentra en una grave y delicada situación en nuestro país. Por ello; resulta apremiante se declare la EMERGENCIA CULTURAL».
Por ese motivo la Comisión de Cultura del Congreso solicita al Ejecutivo que se realice de manera prioritaria las siguientes acciones:
Es urgente elaborar en forma conjunta un Plan Nacional de Salvataje y Reactivación del Sector Cultural, donde se incluyan presupuestos extraordinarios, se considere articular acciones con los otros sectores vinculados o complementarios a la cultura, pero sobre todo se establezcan acciones concretas, programas y proyectos de reactivación a corto, mediano y largo plazo, con un cronograma específico.
Es fundamental que el Estado cumpla con su obligación de establecer canales de dialogo y participación, máxime en esta situación crítica. Por lo que es necesario constituir una Mesa de Trabajo directa con la presencia de la Ministra de Cultura y crear mesas técnicas participativas, descentralizadas y multidisciplinarias no solo con el Sector Cultura, sino con los sectores de Salud, Educación, Producción, Trabajo, Inclusión Social y Economía con la finalidad de establecer medidas a corto, mediano y largo plazo que permitan la reactivación de este sector en emergencia.
Urge otorgar apoyo económico real y efectivo a los artistas y gestores culturales en vulnerabilidad; lo que debe ser completado con asistencia de salud y orientación laboral.
Se requiere que las políticas públicas en materia de cultura sean activas e innovadoras en el impulso de nuevas formas de transmitir contenidos artísticos y culturales; así como la creación de otros medios de promoción y difusión de la cultura que podrían ser considerados a su vez en los planes de cultura regionales y municipales. Para lo cual, es necesario que las 24 direcciones desconcentradas del Ministerio de Cultura realicen una real y directa labor de atención a los creadores, porteadores, gestores y artistas.
Es apremiante contar con un Registro Nacional de Artistas y Gestores Culturales actualizado por especialidades como herramienta inicial que permita identificar y focalizar decisiones y acciones de gestión pública. Para ello debe considerarse los listados que los diferentes grupos culturales por motivación propia han efectuado; y mediante los cuales tienen identificados a sus integrantes por sector además de los que se encuentran en mayor vulnerabilidad.
Es imprescindible, para iniciar la tan esperada reactivación, contar con los protocolos de salud para los distintos tipos de actividades culturales en forma conjunta con los gestores y artistas y con la asistencia técnica del Ministerio de Salud.
Es esencial realizar diagnósticos específicos de la situación de los diferentes grupos culturales que se encuentran en las Regiones de nuestro país; y desarrollar acciones inmediatas de atención.
El documento finaliza con un enfatico mensaje al Ejecutivo:
«Exigimos salir del piloto automático en el que se encuentra el Ministerio de Cultura, es necesario asumir el reto de rescatar a nuestra cultura de forma urgente, esa es responsabilidad del Ejecutivo; y esta Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República, se pone de pie para representar a todos los involucrados en este gremio, seremos su voz y estaremos siempre pendientes de las mejores acciones para lograr el objetivo que es poder atenderlos ante esta pandemia y revalorar juntos nuestra cultura».