Con el tiempo en contra. El Perú viene viviendo tal vez los últimos días de Pedro Castillo en el sillón presidencial luego de que el Pleno del Congreso aprobara con 73 votos a favor la moción de vacancia presentada contra el presidente por presunta incapacidad moral.
La discusión y votación final de la propuesta, impulsada por el legislador no agrupado Edward Málaga, se tiene prevista para el próximo miércoles 7 de diciembre a las 3 de la tarde. El mandatario, junto a su abogado, deberá acudir al hemiciclo a fin de que ejerza su derecho a defensa durante 60 minutos.
El Congreso pretendió notificar materialmente a Castillo anoche pero el documento no fue recibido por Palacio debido al horario de oficina. Recién hoy se le alcanzará la citación.
En la moción de más de 100 páginas y presentado el último martes 29 de noviembre, precisa que es “inaceptable” que un mandatario continúe ejerciendo el cargo “en medio de fuertes indicios de corrupción, grave indignidad o cuestionamientos morales y éticos”.
Su admisión a debate fue respaldada por las bancadas de Fuerza Popular (21), Acción Popular (10), Alianza para el Progreso (9), Renovación Popular (8), Avanza País (8), Podemos Perú (3), Integridad y Desarrollo (3), No Agrupados (4) y un sector de Perú Libre (4).
En tanto, los grupos de izquierda se opusieron a la medida.
Visto eso, solamente faltarían 14 votos para alcanzar los 87 requeridos para declarar la vacancia de la Presidencia de la República.
Los motivos para vacar al presidente Castillo
El legislador no agrupado Edward Málaga Trillo inició su sustentación señalando su plena convicción de que “la salida más exitosa a la crisis política es el adelanto de elecciones con reformas políticas”, escenario en el cual la moción de vacancia “debería servir como primer paso para el reacomodo y rearreglo de nuestras condiciones democráticas”.
En ese sentido, sostuvo que la figura planteada es el de tratar de devolver el orden constitucional “ante la amenaza expresa hecha de un eventual cierre o sometimiento del Congreso”.
“Quiero precisar que el espíritu de esta moción de vacancia es de control político, no hay aquí rivalidades ideológicas, inspiraciones de consignas de partidos ni mucho menos odios como se querrá interpretar”, señaló.
Málaga sostuvo que, si bien la elaboración del texto de la moción se cerró el 13 de octubre, hasta la fecha “no han dejado de ocurrir más hechos cuestionables o inmoralidades que nos llevan a una primera conclusión: que no hay enmienda”.
“Lo único que hay es la seguridad de que la incapacidad moral es permanente porque seguirá ocurriendo en el tiempo próximo”, dijo Málaga antes de añadir que no se realizará una valoración judicial sino de la conducta del mandatario a partir “de la legitimidad y de la confianza ciudadana a una autoridad que representa a la Nación”.
El legislador recalcó que la interpretación de la vacancia presidencial está relacionada a las graves acusaciones contra el jefe de Estado “que tornan inviable, en términos políticos, que continúe en el cargo”; así como el hecho de que “tales inconductas generen, a su vez, una álgida convulsión social y la pérdida de legitimidad” del mandatario.