Al mismo estilo que el ex premier Aníbal Torres, para la congresista de Cambio Democrático -Juntos por el Perú, Sigrid Bazán, “correrán ríos de sangre” para que recién las manifestaciones sean tomadas en serio para el Ejecutivo, pues, según la legisladora, de nada sirve una protesta pacífica, y que es necesario que la gente muera para hacerse sentir, justificando de esa manera los distintos actos vandálicos que se vienen reportando durante las movilizaciones sociales.
Como es evidente, los que actúan como ‘carne de cañón’ no son los dirigentes ni líderes políticos, muchos menos los congresistas de izquierda que solo se dedican a azuzar más a los protestantes, sino que son los ciudadanos más humildes que muchas veces, como bien se ha recogido en sus manifestaciones, se encuentran dispuestos a “entregar su vida” a una causa que ellos consideran como justa, es decir, el adelanto de elecciones, la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, y la conformación de una asamblea constituyente.
La parlamentaria Bazán Narro, en una entrevista ofrecida para Exitosa, en un momento se olvidó de su importante rol como congresista y habló sin ningún filtro, demostrando las verdaderas intenciones de un grupo radical que solo busca más violencia, manifestando que la protesta pacífica “no genera cambios” y que estas “deben incomodar”.
“Hemos pasado a que la protesta legítima y pacífica no genera cambio, entonces no se escucha a las personas que protestan pacíficamente. Luego hemos pasado a que la protesta tiene que incomodar, es decir, trasladarse de una región donde se hace, a otra región que es la capital”, declaró.
En esa línea, la legisladora comparó la actual convulsión social con las marchas de noviembre del 2020 en las que Manuel Merino renunció a la Presidencia de la República tras el asesinato de Inti Sotelo y Bryan Pintado.
“Hemos pasado de que la gente que protesta ahora tiene que morir. Lo de Inti y Bryan marcó un antes y un después en los que un presidente fue destituido por la población, pero ahora que han fallecido 50 personas que no ha sido en Lima, no tenemos ese mismo estándar”, agregó.
También cuestionó que el Parlamento busque declarar persona no grata al expresidente de Bolivia, Evo Morales, por opinar sobre la coyuntura nacional y no se haga lo mismo cuando entidades supranacionales como la ONU dan pronunciamientos en este mismo sentido.
Y, claro está, mientras ella alza su voz de protestas desde sus redes sociales o desde una paradisiaca playa, mientras más fallecidos haya mejor para la exigencia de una nueva constitución y aumentar así su discurso victimizante.