Por Rafael Romero
El congresista Segundo Montalvo preside la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Parlamento nacional. Es representante de la región Amazonas, pero con el avance del tiempo y de su gestión más gente se ha desilusionado de él y hasta ya no lo quieren en su lugar de nacimiento.
Montalvo, ¿acaso terminará como otros políticos de provincias que llegaron al Congreso, pero les gustó la capital y el puesto público limeño como para repetir el plato ahora postulando al Senado? Obviamente que, si esa es su circunstancia, necesitará fama, buscará repercusión mediática y pretextos para hacerse del voto regional limeño.
De manera que parte de su estrategia personal y política sería impulsar el intervencionismo y la reorganización de la histórica y emblemática Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC), atentando contra la autonomía universitaria y la democracia estudiantil que es la que elije finalmente a sus autoridades, autonomía cuyos principios quedaron consagrados en junio del 2018, con la Reforma Universitaria de Córdoba.
Amén que, dentro de la comisión de Educación, que preside Montalvo, también hay gente vinculada directa o indirectamente a los dueños de las universidades privadas, por lo que resulta interesante para ellos maltratar a la universidad nacional bajo el ilegítimo y abusivo pretexto de “intervenirla y reorganizarla”.
Pero lo grave es que también en ese cóctel negativo por el intervencionismo y el show mediático de la, reorganización se usan pretextos de corrupción, sin ponderar que, como en otras intervenciones realizadas en dicha universidad décadas atrás, estas jamás dejaron de tener una motivación nociva política e ideológica. En este caso, Montalvo evidentemente está dejando mal parado al partido Perú Libre, peor de lo que ya está.
Es lamentable que existan congresistas que tarde o temprano tendrán que esclarecer cómo promueven la creación de nuevas casas superiores de estudio, sea universidades o institutos, empero, para ello, consciente o inconscientemente, ¿acaso tienen que debilitar a las universidades existentes como las Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, donde los efectos de una pretendida intervención sería como el dicho donde la lavada sale más cara que la camisa y todo por un personalismo y figuretismo barato de algunos congresistas de la Comisión de Educación?
Así solo se atenta contra la autonomía universitaria y contra la democracia interna de los estamentos universitarios que tienen voz y voto. Además, la ciencia y dogmática penal señalan que, si existen malos elementos, como en toda organización social, la tarea es individualizar responsabilidades para que sean sometidos a las investigaciones administrativas o penales correspondientes.
De manera que, a decir del filósofo Ludwig Feuerbach, por puro figuretismo e interés personal de acomodación electorera, no faltan “los cazadores de pulgas”, aquellos que usan escopetas para matarlas, sin importarles la destrucción mayor que pueden ocasionar, y seguramente aparecerán más de esa clase de políticos por el prurito de la reelección de cara al Senado, y eso deslegitima cualquier cuestionamiento a las universidades nacionales, como la de Huacho, la UNJFSC.
Exijamos a los congresistas, como el señor Segundo Montalvo, que tengan más respeto al elector y a los claustros universitarios. Además, la Comisión de Educación del Congreso debería de ocuparse de asuntos más urgentes, como por ejemplo de la red de amigos y las argollas existentes en materia de acomodos para puestos públicos entre la DRELM y la UGEL 07, acá en Lima, por citar un caso.
Si considera Montalvo, que en su región la gente ya no lo quiere mucho, y ahora desea establecerse mejor en la capital, entonces fiscalice eso (DRELM y UGEL 07), hoy mismo y encontrará sorpresas.