Son parte del problema pero aún así intentan sacar cuerpo con mensajes divisionistas que atizan más los conflictos sociales. La congresista Ruth Luque (Juntos por el Perú) culpó a la Policía Nacional de impedir el paso de los manifestantes para que ejerzan el derecho a su protesta. A su juicio, ese hecho desencadenó que los protestantes, ayer, se enfrentarán a las autoridades.
“En la protesta se han cerrado vías con imposibilidad de que la población ejerza una protesta pacífica, esto es una situación grave que hemos expuesto a Naciones Unidas”, sostuvo la parlamentaria izquierdista.
En esa línea, señaló que las protestas deben resguardarse por las autoridades y que cualquier violencia debe ser investigada e individualizada como corresponde, pero no puede de “ninguna manera limitarse el derecho a la protesta de la población”, sostuvo.
Asimismo, Luque expresó su preocupación por el mensaje a la Nación de la presidenta Dina Boluarte, quien señaló que pronto, “junto a la Fiscalía”, estarán abriendo carpetas fiscales a aquellas personas que estén generando actos de violencia, destrozos de la propiedad privada y del Estado. Para legisladora, esa función solo le compete al Ministerio Público.
“Estas declaraciones son sumamente graves, porque eso significa que se pone en riesgo la autonomía (…) exijo y solicito una explicación y deslinde del Ministerio Público, que en este escenario debe estar con independencia y autonomía en el marco de una investigación que realice”, señaló la legisladora.
Agregó que, de ninguna manera, ningún poder político puede señalar abrir una carpeta fiscal cuando no es su función. “Esto alimenta la lógica de la criminalización y entramos a un peligroso escenario de judicializar la política”, destacó.
Cabe recordar que la legisladora de izquierda el último miércoles fue expulsada a gritos por manifestantes en la plaza Túpac Amaru de Cusco, cuando esta quiso aproximarle víveres, pero esa actitud fue vista como oportunista por los locales.
En medio de insultos le pidieron que se retire, por lo que se tuvo que dirigir hasta su vehículo mientras que los ciudadanos le seguían gritando. Entre algunos calificativos, le decían “usurpadora”, “traidora”, “asesina” y otros.
Este rechazo se debe a que la legisladora votó a favor de la vacancia del expresidente Pedro Castillo, por lo que su presencia no es grata para los protestantes que se reúnen en esta localidad.