Una disputa millonaria entre las hermanas Amuruz. Cuando lamentablemente fallece la cabeza de una familia muchas veces esa unión entre hermanos se quiebra como un vaso de cristal, pues la herencia dejada por el difunto se convierte en el botín más deseado por sus sucesores, y más aún cuando hablamos de varios ceros a la derecha en la cuenta bancaria.
En un nuevo escándalo, esta vez de tinte familiar, se encuentra involucrada la parlamentaria Rosselli Amuruz, pues su media hermana, Roshel Amuruz, no solo la acusó de impedirle ingresar al funeral del padre que tienen en común, sino de presentar documentación falsa para apropiarse de la herencia millonaria, reveló un reportaje del dominicalPunto Final. Aunque la familia de la parlamentaria niega las acusaciones, a las que calificó de “falsas y calumniosas”, la otra Amuruz insistió en que “luchará hasta el final”.
Roshel, nacida en Nueva Jersey hace 25 años, no habla español, pero su historia ha trascendido las barreras del idioma para emprender una batalla legal contra la viuda de Roger Amuruz, Teresa Dulanto Vega, y otros familiares, incluida la parlamentaria, acusándolos de falsedad y fraude procesal respecto al manejo del millonario patrimonio del empresario, que supera los 800 millones de soles. Entre los bienes destacan acciones de empresas como el Instituto IDAT, la Universidad Peruano Alemana UPAL y la Universidad Politécnica Amazónica y otras instituciones educativas.
fuente: latina.
En diciembre de 2022, Roshel presentó una denuncia penal ante la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de La Molina y Cieneguilla. En paralelo, su defensa halló serias irregularidades en documentos clave, como un acta que supuestamente certifica la donación de acciones de la Universidad Politécnica Amazónica, valorizadas en 35 millones de soles, transferidas a Rosselli Amuruz pocos días antes de la muerte de su padre.
La historia también linda con lo político, pues, según los registros públicos, la legisladora no habría declarado las acciones en sus declaraciones juradas de bienes y rentas de 2023 y 2024, pese a estar bajo el escrutinio de instituciones como la Contraloría. “Por un principio de transparencia, debería declarar su participación accionaria”, opinó la abogada penalista Liliana Calderón.
La falta de claridad en estos aspectos ha vuelto a colocar a Rosselli Amuruz en el centro de la controversia política, sumándose a otros escándalos que han marcado su carrera. En un comunicado, la congresista calificó las acusaciones como infundadas, afirmando que para agosto de 2023, un mes después de la fecha de emisión, ya no poseía las acciones.