Política
Congresista María Acuña es denunciada por apropiarse de parte de un parque público [VIDEO]
Hermana de César Acuña invadió 118 metros cuadrados del parque n.° 17 en Monterrico.
Invasiones como cancha. No cabe duda que algunas personas creen tener mayores derechos que los demás, ocupando espacios públicos como se les plazca, argumentando que la delincuencia está imparable y por ello creen oportuno, para sus intereses personales, colocar muros y rejas a los alrededores de sus viviendas o propiedades. Son ellos, bajo su criterio, quienes terminan dividiendo aún más una fragmentada sociedad.
Uno de esos ciudadanos sería nada menos que la parlamentaria de Alianza para el Progreso (APP), María Acuña, que no contenta de haber dicho que sus tesis se la llevó el fenómeno del Niño, ahora pretende ocupar áreas que no le corresponden. Un informe del dominical Cuarto Poder reveló que la legisladora invadió 118 metros cuadrados del parque n.° 17, ubicado en la urbanización Los Álamos, en el exclusivo distrito de Monterrico.
La Municipalidad de Surco confirmó mediante un acta de fiscalización que el predio de la congresista excede los límites permitidos y abarca parte del terreno destinado al parque. Como consecuencia, se emitió una papeleta de infracción a nombre de la inmobiliaria Los Alizos EIRL, empresa cuya titular es la propia María Acuña desde 2025. La fiscalización también reveló que el apoderado de la firma, Segundo Flavio, enfrenta denuncias por usurpación, estafa y lavado de activos.
La propiedad fue adquirida en julio de 2023 por más de 530 mil dólares, según registros públicos, y la transacción se realizó en dos partes mediante cheques de gerencia. La denuncia del citado medio periodístico también menciona molestias previas de los vecinos debido al ruido de una carpintería instalada en la vivienda, lo que motivó visitas de inspección anteriores.
No sabe, no opina
Así como su olvidadiza tesis, la parlamentaria optó por guardar un rotundo silencio en vez de salir a esclarecer la denuncia pública. En tanto, su esposo Elver Díaz Bravo salió a defender la legalidad del terreno, asegurando que tal ya existía desde hacer más de 40 años, acusando a otros vecinos de apropiarse también de espacios públicos. “Si tengo que retirarme, yo me retiro”, declaró, aunque insistió en que no hay construcción nueva ni intención de invadir.