Política
Congresista Alejandro Soto es elegido como el nuevo presidente de la Mesa Directiva
Abogado cuzqueño tiene 55 investigaciones fiscales, entre los que se encuentran enriquecimiento ilícito, estafa o abuso de autoridad.
Todo mal. Este mediodía el Congreso de la República acaba de elegir a una de las peores listas formuladas para ser la nueva Mesa Directiva. Terminado el recuento de votos se dio como ganador a la lista presidida por el congresista Alejandro Soto (Alianza para el Progreso), obteniendo 77 votos para hacerse con la victoria.
Lamentablemente, el flamante presidente de la Mesa Directiva, de acuerdo a información del portal El Foco, cuenta con 55 investigaciones fiscales abiertas desde junio del año 2000 hasta diciembre del 2022.
El citado medio detalla que algunos delitos que se le acusa se encuentran estafa, apropiación ilícita, abuso de autoridad, enriquecimiento ilegal, así como corrupción que el congresista habría cometido.
Por su parte, el congresista Hernando Guerra García (Fuerza Popular), elegido como primer vicepresidente, no se salva de las críticas. Como se recuerda en junio del año pasado, el legislador activó su cámara celular durante una sesión parlamentaria observándose que se encontraba tomando sol en una playa del norte. Como si fuera poco, la Comisión de Ética lo ‘blindó’ y no se le sancionó.
El segundo vicepresidente, Waldemar Cerrón (Perú Libre), es una ‘antena’ de su hermano el condenado por corrupción Vladimir Cerrón, ideólogo y fundador del partido del lápiz. A Waldemar se le abrió una investigación por parte del Ministerio Público por ser un presunto miembro de una organización criminal enquistada en su partido.
Por último, la tercera vicepresidenta, Roselli Amuruz (Avanza País), se le conoce por ser una parlamentaria fiestera. En plena cuarentena, donde las medidas sanitarias eran bien estrictas y era crucial es distanciamiento para no propalar el Covid-19, a la treintañera congresista se le ocurrió celebrar su cumpleaños número 34 en la terraza del hotel BTH, en San Borja, restándole importancia a las indicaciones del Minsa.
En esa ocasión, la legisladora rechazó haber cometido cualquier falta y que dicha reunión sirvió para “reactivar la economía”.
“En los restaurantes hay muchísima más gente, en los bares hay muchísima más gente. Yo trato de no exponerme en lo absoluto. Mis amigos me han organizado algo que era muy íntimo, muy privado, y por eso es que asistí (…). Todos ahí también son consumidores y es un restaurante. Se consume y es un negocio también. Es parte de reactivar la economía”.