Hungría ha aportado mucho a Perú desde que se abrieron relaciones entre nuestros dos países allá por 1969. Los famosos autobuses Ikaros eran made in Hungría, y mucho de la tecnología para el sector salud y equipos que utilizó la universidad de San Marcos venían de ese país. La propuesta de un día de amistad entre los dos países resulta idónea, pero para perder la inocencia bien tenemos al congresista Anderson que en la comisión de hoy dejó ver otras posibles intenciones.
En un primer momento el congresista Bustamante cuestionó la propuesta al referir «Hay 192 países inscritos en las Naciones Unidas ¿Tenemos día de la amistad con cuántos de esos 192 países? (…) La respuesta a esa pregunta sería que solo tenemos como antecedente el día de la amistad Perú China».
Luego el congresista Anderson participó inoculando el veneno de la duda. «Quisiera que me explicara el autor del proyecto de ley [Muñante] si no hay aquí un elemento ideológico. Porque resulta que de casi todos los países de la ex Europa comunista, Hungría es un país casi de ultra derecha».
Luego el congresista Anderson con una delicadeza semejante al de un toro de Chuquibambilla, continuó su intervención, estando presente el embajador de Hungría en la sesión de hoy, al cuestionar la propuesta de ley, minimizando las relaciones culturales con Hungría al calificarlas de «no existentes» y en el plano económico comercial las estimó como de «pequeño».
No obstante, las sospechas de que la propuesta venga de un parlamentario como es Muñante de la bancada Renovación Popular, habría que resaltar que la relación cultural y económica con Hungría históricamente ha sido siempre a favor de Perú. Cabría recordar con profundo agradecimiento la ayuda prestada por Hungría en materia de cooperación técnica para infraestructura, también mostró su nobleza el país de los magiares cuando nos condonaron nuestra deuda durante nuestra crisis de los 90s. Y otra cosa muy importante, que tal vez el congresista no sepa por si no ha comido uvas de mesa, pero el 40% de nuestra producción que se exporta (el año 2023 cerramos como el mayor exportador mundial de uva de mesa del mundo), viene de Piura y que el milagro de la uva en Perú se debe a un húngaro, Andras Lackatos, el genio de la uva subtropical que hizo los estudios científicos que probaron que la tierra piurana era la mejor para producir uva. Antes de Lackatos si se hablaba de uva en Perú se pensaba en ICA, nadie apostaba por Piura. Pero fue Lackatos traído por nuestro embajador en Hungría, Guillermo Russo Checa y el rector de la universidad nacional de Piura, quienes, a principios de la década del 2000, lo trajeron y lograron convencer a nuestro roñoso y tacaño empresariado local a aventurarse en el cultivo de uva. Resultado, Perú exporta más que Chile o EE.UU., Piura es una zona próxima al pleno empleo al menos en el campo agrícola (aunque habría que referir que es todavía un subempleo), lo cual ha evitado estallidos sociales. Porque la aparición de Lackatos en Piura fue providencial, casi un milagro. Piura y el Perú le deben mucho, y un día de la fraternidad debiera ser ley, pero sobre todo ser el día del cumpleaños de Lackatos, el hombre que mató la pobreza del desempleo en la región Piura.
