El apestado. La Comisión de Ética del Congreso de la República aprobó ayer el informe final que recomienda suspender por 60 días al parlamentario Darwin Espinoza (Podemos Perú), además del descuento de sus haberes por ese periodo.
La decisión se tomó luego de declarar fundada una denuncia de oficio en su contra relacionada con actividades proselitistas dentro de su despacho congresal. La votación del informe se resolvió con 5 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones. Con la aprobación, el siguiente paso será remitir la recomendación al pleno del Congreso que deberá decidir si se ratifica la sanción.
El informe, que corresponde al Expediente N.º 172-2023-2024/CEP-CR, concluyó que existen elementos suficientes para acreditar que el legislador utilizó su despacho parlamentario para favorecer el partido político de su hermano, incurriendo en un uso indebido de recursos públicos y vulnerando principios éticos.
Entre los bienes usados se reporta el de una impresora con la que se imprimieron documentos relacionados a la referida organización política. También, desde su oficina se realizaron más de cuatro mil consultas al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), hecho que atenta contra las normas del convenio suscrito entre el Congreso y el Reniec.
‘Niño’ travieso. Parlamentario acusado de pertenecer a una organización criminal previamente había estado en el ojo de la tormenta por aparecer junto a una trabajadora del Congreso, pese a que es casado.
Congresista Espinoza se defiende
Durante la sesión, Darwin Espinoza negó las acusaciones y dijo que es falso que haya utilizado indebidamente a trabajadores de su despacho para la recolección de firmas, pues los funcionarios mencionados lo hicieron fuera de su horario laboral. Asimismo, refirió que resulta “paradójico” que él promueva la inscripción de un movimiento regional cuando él presentó un proyecto de ley contra estos y que la sanción es “injusta”.
“Las únicas fichas son las que aparecen en ese video. […] Ahora hay que corroborar todo lo que dice la prensa. […] No es justo que se me pida 60 días de suspensión por algo que ni siquiera está comprobado. Es más, los informes técnicos del área de sistemas dicen que no hubo una impresión de ficha y si los señores han realizado alguna obtención de firmas, yo no puedo estar supervisando lo que mis trabajadores hacen en su tiempo libre», mencionó.