Escribe: Edwin Cavello
Limas
El pastel político en el Congreso de la República fue repartido
el jueves 26 de marzo, algunas bancadas parlamentarias salieron celebrando por
la cantidad y variedad de comisiones que les tocará presidir. Para el FREPAP fue
una buena noche, ya que presidirá las comisiones de Agricultura, Trabajo y
Cultura. En Agricultura el FREPAP estará como pez en el agua, debido a que conocen
del tema y uno de sus objetivos políticos es priorizar el desarrollo agrario de productos orgánicos y empresas agro-industriales
como fuente de trabajo y seguridad alimentaria.
En el tema de trabajo
su propuesta en más ambigua y con una visión micro, pero no macro. De
igual forma será interesante ver cómo manejan el tema político y las relaciones
con los diversos sindicatos, instituciones y empresarios. Sobre el tema cultural
en su plan de gobierno apenas lo mencionan, pero esto lo hace interesante, ya
que son conservadores y muy ligados a la
doctrina religiosa, pero han sabido moverse en esa línea imaginaria entre lo
político y religioso. Así que no se asusten.
Aunque por estos días ya debe
haber gente asustada en el Ministerio de Cultura y debe andar algo nerviosa la
ministra Sonia Guillén, ya que el control político desde una mirada religiosa
será más intenso. Pero a estas alturas es algo difícil que la ministra Guillén
se mantenga en el cargo luego de la crisis de salud que estamos viviendo, debido
a que, en Palacio de Gobierno ya se estaría planificando un cambio estructural
del gabinete una vez que termine el aislamiento social. Además, con este cambio
algunos congresistas se convertirán en ministros.
Sonia Guillén o la ministra de Cultura número 13, al final se irá sin pena ni gloria. Pero los problemas culturales que tienen más de diez años seguirán sin haber sido resueltos. Si hacemos un recuento no solo la gran mayoría de Direcciones Descentralizadas de Cultura se encuentran sumergidas en una crisis institucional, también lo están las instituciones adscritas como la Biblioteca Nacional del Perú, el Archivo General de la Nación, el MUNA, el LUM y a esto sumarle las diversas denuncias en el sector cultural que han quedado en stand-by, entre ellas, denuncias por corrupción, acoso, maltrato laboral, entre otras. Estas denuncias tienen como epicentro nada menos que las oficinas de la sede principal de Javier Prado.
Al final el coronavirus será la excusa perfecta para algunos funcionarios del ministerio de Cultura que durante años vienen ocupando diversos cargos sin demostrar resultados e impacto para el país. ¿Hará algo el FREFAP? Esperemos que algunos de estos funcionarios sean sentados en el banquillo de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural para responder los diversos cuestionamientos que son de vox populi.
¿En qué ha fallado el ministerio de Cultura en estos diez años? Pues en todo, y tanta es la indignación de los trabajados del sector cultura (escritores, artistas plásticos, actores, cineastas, etc) que muchas veces, aunque parezca inverosímil, piden que el ministerio de Cultura se cierre. Esto se debe a que no se sienten representados por el MINCUL.