«Yo no soy un pervertido, soy una persona común y silvestre»
Entrevista y fotos Helen Hesse
«Missiell», novela del escritor Miguel Valdivia viene siendo promocionada por la editorial Casatomada como la «Gran novela erótica de la FIL». Interesados por la profundidad del género, y lo importante que resulta estar informados con estos temas de actualidad, fuimos en busca de su autor. Aquí la entrevista.
¿Missiel es tu primera entrega?
Es mi segundo libro, mi primer libro fue «El evangelio de Andrea» que fue publicado en el 2010.
Sabes que tu editorial está promocionando tu novela como «La gran novela erótica de la FIL», ¿no?
En realidad no es una novela netamente erótica es un drama bastante crudo que tiene sensualidad y erotismo, pero básicamente es un drama psicológico. Missiell es una joven limeña que sufre un trastorno en el transcurso de su vida, ella intenta suicidarse y es tratada por diversos especialistas, se le diagnostica con el trastorno de personalidad múltiple y posesión.
¿Pero ambas son conductas totalmente incongruentes entre sí, no te parece?
En efecto, y en la novela hay una dicotomía entre los que opinan que esta poseída y los que opinan que tiene personalidad múltiple o disfunción de la personalidad. Entonces, toda la temática se desarrolla en base a eso y vicisitudes y tormentos que sufre la protagonista en ese tránsito.
Es un thriller entonces…
Tiene un buen condimento de thriller porque dentro de las entidades que forman parte del cuerpo de Missiel, hay una que es un espíritu elemental, es un salvaje, entonces hay situaciones en que puede llegar a ser un thriller.
Con el Evangelio de Andrea nos llevas al cielo y con Missiel nos introduces al abismo de una mente trastocada…
«El evangelio de Andrea» es un drama romántico en el que se habla mucho de la espiritualidad, básicamente del karma y reencarnación. En «Missiel» es un drama psicológico en el que la sensualidad se da a un nivel más terrenal, porque ella está sufriendo una posesión.
La posesión no solo es mental, sino también carnal…
La toman para hacer de ella lo que ellos quieran. Missiel es una joven tierna, inocente y estos entes hacen todo lo que quieren con ella. Una de esas personalidades se llama Amanda, que es una mujer de 45 años que ha tenido una decepción con Dios, entonces ella al introducirse en el cuerpo de Missiel y verse joven experimenta otra vez las apetencias sensuales y carnales y las explota sin ningún límite ni remordimiento.
¿ eso es lo que intentas plasmar en tus obras?
Sí, en el Evangelio de Andrea, intentaba dar un mensaje, a través de una historia interesante, unir la espiritualidad con la psicología. En Missiell, el debate eterno entre lo científico y los creyentes. Missiel se pone al medio para recibir las balas de todos ellos.
¿Y sientes que lo has logrado?
Decir que lo he logrado sería muy pedante de mi parte. Lo que trato es dar mi punto de vista a través de una historia. Y si el lector se siente identificado con las iconografías y simbolismos que representa cada personaje y de alguna manera conlleva mi forma de ver una religión o lo espiritual, y eso encadenado de convencer a nadie, simplemente un mensaje a través de una historia.
Pero no será que toda esa necesidad de apetencias sexuales parte de tu propia mente ¿te consideras un erotómano?
No, para nada. Es más, nunca he leído un libro de erotismo. Mi literatura no tiene un padre. Yo no soy un pervertido, soy una persona común y silvestre, que sencillamente ha escrito una novela erótica.
¿Consideras al sexo como una perversión?
A mí me gusta mucho vincular la parte erótica y sensual con la vida misma, y eso no tiene nada de malo. Todos venimos de un acto sexual, y ver el sexo como algo malo me parecería absurdo.
¿Crees en la purificación del sexo a través del tantra?
El tantra no está vinculado al sexo, el tantra es una filosofía de amor pero no vinculada al sexo, lo que pasa es que cuando ese concepto llegó a Argentina y se formaron las escuelas tantricas se le dio un enfoque sexual, simplemente se ha tergiversado el concepto.
¿El sexo debe ser totalmente libre?
En el sexo no debe de haber represiones de ningún tipo. Si los dos van a disfrutar hagan lo que hagan o con cuantos lo hagan, si son felices pues adelante.
¿Finalmente de eso se trata, no?
El objetivo de ser humano es ser feliz y hacer felices a los demás. No hay mayor gozo que ver en el otro el placer que proyecta en sus ojos, y que tu lo has generado, para mí eso es lo máximo.
EL DATO:
Miguel Eduardo Valdivia Carrera es publicidad de profesión. Ha realizado estudios de Redacción y Creación Literaria en la Universidad de Lima. Actualmente Missiel está a la venta en el stand 89 – Editorial Casatomada.