El cineclub de la Cayetano Heredia, presenta un ciclo especial con lo mejor del cine africano. Todos los lunes de setiembre podrás disfrutar de películas de los cineastas Souleymane Cissé, Med Hondo, Ousmane Sembene e Idrissa Ouedraogo. Ingreso libre en Av. Armendáriz 445, Miraflores.
Lunes 4 de setiembre, 7:30 pm:
Yeelen, de Souleymane Cissé (Mali, 1987, 106’). Con este ejemplo de cine ‘trascendental’ conoceremos un África enteramente independiente de influencias foráneas en un tiempo anterior a la llegada del Islam o de la Cristiandad. A través de la exploración brillante de sus raíces míticas y un conocimiento ancestral Yeelen muestra que la inspiración democrática contra las dictaduras y tiranías en África provienen de la herencia de su propio pasado, y no de Occidente.
Lunes 11 de setiembre, 7:30 pm:
Soleil O, de Med Hondo (Mauritania, 1969, 98’). Una colonia francesa no identificada en África occidental. Un grupo de negros bautizados por un pastor blanco. El ‘renombre’ inicia un proceso que los arranca de sus raíces y los subyuga a la vez. ¿Una vida mejor? En Francia, qué hay. Desempleo, trabajos sucios, condiciones de vida inaceptables, racismo abierto, colonialismo y capitalismo salvajes. Narrada, y casi ‘antinarrada’ con gran estilización y potencia surrealistas.
Lunes 18 de setiembre, 7:30pm:
Mooladé, de Ousmane Sembene (Senegal, 1994, 124’) Film feminista, ‘político’ y decididamente antipatriarcal que se opone al tradicional rito de ‘purificación’ contra las mujeres -‘que las hará más confiables y mejores esposas en el futuro’-; no otra cosa que la práctica de la mutilación del clítoris, ‘práctica’ que con frecuencia ocasiona la muerte de las niñas que la sufren. Sembene erige una obra valiente, compleja, colorida y ejemplar que retrata con vigor una situación horrible, absurda, trágica.
Lunes 25 de setiembre, 7:30pm:
Yaaba, de Idrissa Ouedraogo (Burkina Faso, 1989, 85’). “Yaaba se basa en cuentos de mi infancia, de la clase de historias que te cuentan en la cama justo antes de dormir (…) Este pueblo vive como lo muestro en mi film, no hay reconstitución; todo fue rodado en escenarios naturales” (Ouedraogo). Un bello cuento moral sobre la amistad de un niño y una anciana a la que la incomprensión de la gente califica como bruja.