El 27° Festival de Cine de Lima también se ha convertido en el festival de mensajes contra el gobierno de Dina Boluarte. Esto en las redes sociales ha generado comentarios a favor y en contra sobre la presencia de actores y directores de cine con sus pancartas y camisetas en medio de una fiesta cinematográfica organizada por la PUCP. Para muchos, un festival que sirve como caja de resonancia para denunciar lo que muchos medios callan.
“Rechazamos la violencia e impunidad de este Gobierno”, se lee en el cartel que sostiene el equipo de la película ayacuchana “Diógenes”, filme que fue financiado por el Ministerio de Cultura. Otro de los mensajes fue el que llevó en una camiseta el actor Lucho Cáceres: “Ni un muerto más”, haciendo referencia a los 61 fallecidos por la represión policial durante las protestas contra el gobierno de Boluarte.
Recordemos que 49 de estos hombres, mujeres y niños peruanos perdieron la vida a causa de proyectiles e impactos de bombas lacrimógenas. Detrás de los asesinados hay familias devastadas que lloran a sus muertos y un frío perdón de una presidente que tiene las manos manchadas de sangre.
Por naturaleza todo acto cultural o artístico es de por sí político, y el cine mediante sus historias o sus personajes tiene el compromiso de denunciar y cuestionar el abuso del poder en cualquier parte del planeta.
Pero en este mundo de artistas también existen los “pecho frío”, los que no quieren dejar de recibir el futuro dinero del Estado, los que no quieren perder el absurdo auspicio nominal del MINCUL, los que prefieren una foto con la ministra antes que una camiseta de activista. Los que se hacen los locos porque acaso les conviene.
«Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde» Bertolt Brecht.
(Columna publicada en Diario UNO)
