Hoy pensaba referirme a varias películas, pero finalmente sólo hablaré de una, que me ha seducido por completo. Viene de Ecuador y es la opera prima de Ana Cristina Barragán. También es la primera participación como actriz de Macarena Arias, quien era en el momento una chica púber de 11 años y hoy es una adolescente de 14 que quiere continuar actuando.
La película se titula «Alba», pero bien podría llamarse; parafraseando un título del gran Leonardo Favio: «Crónica de una niña sola». Alba es una niña que vive en un mundo muy propio, encerrada en sus juegos, sus rompecabezas, como queriendo obviar un entorno real marcado por la convivencia con una madre enferma, que prácticamente no se levanta nunca de la cama.
Ana Cristina Barragán nos narra con mucho dominio del lenguaje cinematográfico la soledad interior de esta niña magníficamente interpretada por Macarena Arias. Sensibilidad con retención, colores mates, música que no invade ni apoya demasiado las imágenes, son algunas de las características de este nuevo descubrimiento del cine ecuatoriano.
Hay que destacar la extraña belleza de la muy joven Macarena Arias, la cual se conjuga maravillosamente con su talento e inteligencia: todo el filme reposa sobre sus hombros. Le auguro un enorme futuro como actriz. Por otro, subrayar también el talento y la sensibilidad de la joven ralizadora que empezó a imaginar este proyecto cuando solo tenía 21 años y se preparó para llevarlo a cabo realizando varios cortometrajes sobre chicas púberes. Y hay algo de la propia realizadora que se refleja en el rostro de Alba.
Para finalizar quiero precisar que esta «crónica de una niña sola» se convierte, conforme transcurre el filme, en el encuentro de dos soledades: la de la niña que pierde a su madre y la del descubrimiento de un padre tan solitario como ella misma. En suma: una bellísima película que se suma a algunos de los logros ya obtenidos por el cine ecuatoriano.