Fotografia

‘Chino’ Dominguez, la muerte de un maestro

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EL OJO DE ESTA LIMA QUE SE FUE

Por Edwin Cavello Limas



Por más de 60 años los pies descalzos siguen caminando por las calles de Lima, los hombres tildados de locos, continúan sin rumbo cargando sus bolsas, nacieron barrios y también la sobrepoblación, miles de provincianos emigraron a esta Lima que nunca duerme, sucedieron cambios radicales como un nuevo presidente sacado por un golpe militar o por la insurgencia del pueblo ó el flagelo del terrorismo actuando, las imágenes van construyendo momentos y épocas, solo los recuerdos nos alejan de la muerte, con una sonrisa o con lagrimas.

Desde 1947, con la presidencia de José Luis Bustamante y Rivero, el ojo del ‘chino’ Domínguez pudo apreciar un desfile de imágenes propias del Perú, armando un archivo fotográfico de aproximadamente mil negativos. ”Fotos con historia” es como él las llamó.

Tener una cámara en mano sintiendo esa magia de capturar el momento, de dibujar con la luz, todo un arte definiendo el instante. Peruano como las grandes personalidades que tenemos en esta tierra, el ‘chino’ fue un bohemio empedernido, criollo, soñador, con una infinita bondad y rebelde si se trataba de hacer respetar su pensamiento y trabajo.

Carlos Domínguez ‘el Chino’ como se le llamó con cariño, fue una persona llena de historias, un artista que fue testigo de este teatro del Perú y del mundo, donde hay buenos y malos.

Contó ‘El chino’ su siguiente anécdota:
“A Luis Miró Quesada de la Guerra, en esa época yo era jefe de fotografía del Comercio gráfico.
En una ocasión se celebraba el cumpleaños de Haya de la Torre con grandes marchas y yo tenía una enamorada en el APRA, entonces yo me acerco a darle un beso y alguien tomó una fotografía. Esa fotografía llegó a manos de la directora del diario María Jesús Orbegoso y ésta la envió a Luis Miró Quesada.

El Comercio no aceptaba que entre sus trabajadores haya siquiera simpatizantes del partido aprista. Luis Miró Quesada me mandó a llamar y al pasar a su oficina me detuvo. Casi estaba en el umbral de la puerta y desde su sillón me preguntó ¿Usted es aprista o no es aprista? Le dije que yo tenía un trabajo periodístico. Sólo me dijo: Pasa por caja. Yo lo mandé al diablo y me fui”.

              

Sus fotografías han sido apreciadas en diversas exposiciones, en salas de Perú, también en la Unión Soviética, España, Cuba y Chile.
Carlos Domínguez nació el 4 de noviembre de 1933, su barrio es Lima y demostró ese cariño por la ciudad viviendo en la Quinta Herén.

Domínguez se internó en la atmosfera cultural del ayer, las conversaciones con intelectuales, el olor a tabaco, un cielo no tan gris y un rio Rímac aún con vida.

Su amigo el escritor Alfredo Bryce Echenique definió su trabajo “Sus fotografías penetran a fondo el recóndito de la persona, o lo esencial del paisaje, o lo conmovedoramente tierno o atroz del acontecimiento. Y Carlos Domínguez llega siempre dispuesto a sorprendernos con ángulo novedoso, se le conoce ya mucho; es el hombre de la máquina fotográfica.

Luego de mucho trabajo al final Carlos Domínguez pudo ver realizado unos de sus anhelos, en marzo del 2007 se rindió un homenaje al ‘chino’, gracias a la Biblioteca Nacional del Perú, se pudo inaugurar la sala de fotos, afiches y postales que lleva su nombre, un merecido reconocimiento en vida.

A los 77 años ‘el chino’ se encontraba delicado de salud,  es hospitalizado en el Almenara, los doctores intentaron establecerlo, pero su corazón no resistió más, sufrió un paro cardiorespiratorio; la oscura muerte fue iluminada por su flash, murió ayer 17 de febrero y Lima no lo quiere creer. QEPD.


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