Al parecer esto va tomando forma de teléfono malogrado donde las autoridades chilenas salen a esclarecer el mensaje de otra autoridad del país Mapocho. En esta ocasión las autoridades sanitarias de Chile aclararon que la inmunización contra el COVID-19 sí incluye a extranjeros irregulares que se encuentren en el país. Este anuncio se da en torno a las críticas de carácter discriminatorio lo que generó el cambio en el protocolo para evitar el “turismo de vacunas”.
“Todas las personas que están en Chile en distintas situaciones de residencia —personas que están en proceso de sacar su visa o de normalización— y que viven en el país, tienen derecho a la vacuna. Lo que no queremos es que esto se trasforme en un turismo de vacuna”, agregó Paula Daza, subsecretaria de Salud, refiriéndose a un concepto definido así por un programa de televisión en el Perú.
Luego de la difusión en Chile del reportaje de un medio local en el que refiere que por unos 1.000 dólares se podía viajar al país sureño, hospedarse y recibir la vacuna gratis, la Cancillería anunció la modificación del criterio de inmunización para extranjeros.
El canciller, Andrés Allamand, manifestó el día de ayer que no tendrían derecho a vacunarse los extranjeros que estén en el país con una visa de turista ni “tampoco van a poder vacunarse los extranjeros que estén en el país en una situación irregular, pero que no hayan iniciado los trámites de solicitud de una visa temporal o definitiva”.
Este último punto fue el que generó más polémica, sobre todo al considerar al gran número de migrantes (más de 1,5 millones) que han ingresado a Chile en los últimos años, en su mayoría provenientes desde Venezuela, que desde 2017 llegan en condiciones muy precarias y algunos sin documentos de identidad por las dificultades para adquirirlos en su país.
Chile estableció en 2018, solo para los venezolanos, una Visa de Responsabilidad Democrática cuyos requisitos son para la mayoría de quienes salen a pie de su país imposibles de obtener, como un pasaporte vigente y certificados de matrimonio o de nacimiento apostillados.
Quienes logran entrar al país tras una ruta clandestina pueden autodenunciarse y, según explicó el Gobierno este jueves, “inmediatamente tienen Fonasa A”, un plan de cobertura médica básica y universal, que contempla las vacunas.
Desde el 3 de febrero Chile ha logrado vacunar con al menos una dosis a casi de 1,4 millones de personas. La meta del gobierno es vacunar a cinco millones de personas antes del final de marzo y llegar a 15 de los casi de 19 millones de habitantes del país a fines de junio.