CENSURA EN LA FERIA DEL LIBRO DE HUANCAYO

1. En abril pasado, a través de una intercesión del editor Ricardo Virhuez, Carlos Calle, director cultural de la Feria del Libro de Huancayo 2015 (24 de junio-05 de julio), me invitó a la mesa redonda sobre literatura y violencia en mi condición de profesora universitaria francesa e investigadora sobre el tema de la guerra interna en el Perú. Acepté agradecida y honrada. Este hecho fue confirmado en la lista de invitadas.os publicada en internet: http://www.feriadellibro.com.pe/invitados/

2. Ya ordenando mi tiempo y mis papeles para este compromiso después de haber coordinado el tema del transporte terrestre con Willy Mateo Cisneros, director gerente general de la feria, quien me llamó personalmente el 11 de junio, ayer vi con sorpresa en el programa oficial que no aparece mi nombre en la mesa prevista:

http://issuu.com/ferialibrohuancayo/docs/programa_cultural_felizh_2015

Constato entonces que mi participación en dicho evento ha sido cancelada y que mi reiterado pedido de explicación es ignorado por el director cultural (quien hasta hace poco tenía conmigo una comunicación fluida). No conozco la razón de tal decisión y solo veo abuso, falta de respeto y desconsideración.

3. Como parte del Groupe de recherche identités et cultures (GRIC) (Francia) y del International Research Group «Sexual Violence in Armed Conflict» (Alemania), llevo varios años desarrollando una investigación sobre las relaciones de género en el conflicto armado desde una perspectiva sociológica y cultural, la misma que iba a ser objeto de mi ponencia. Expondría aquí acerca de algunas de las producciones poéticas y teatrales como herramientas de resistencia desde el encierro carcelario y de emancipación política por parte de sujetos que participaron en dicho conflicto.

4. Será que son temas aún ahora demasiado delicados a los ojos del conjunto de organizadores y asesores del evento, es decir: Willy Mateo, Marx Espinoza, Jorge Luis Roncal, Gonzalo Espino, Omar Aramayo y Jesús Cabel ¿? Será que todavía en estos espacios culturales sigue la censura no oficial sobre la historia de un país que no termina de cerrar heridas y prefiere silenciar en vez de escuchar ¿? Será que esta feria opta por ser una vitrina de vanidades y egos «políticamente correctos» y no un espacio democrático de reflexión sobre temas imprescindibles para el Perú.