La sangre derramada por la muerte a balazos del cantante de cumbia Paul Flores, se suma a la larga lista de los más de 1800 asesinados por el sicariato durante la presente gestión del Ministerio del Interior actualmente en manos y bajo la responsabilidad directa de Juan José Santiváñez. Recordemos también el asesinato de Lilian Rosario Fernández, madre de familia con un puesto en el mercado; el asesinato de Ana Victoria Maguiña, vendedora de ropa; el asesinato del maestro de escuela Julio Pacheco Pimentel; el asesinato de dos escolares en Chosica y más. Todos ellos muertos injustamente por negarse a pagar los cupos y a dar cabida las extorsiones, todos ellos y más de 1800 asesinados desde que Santiváñez asumió la cartera del Ministerio del Interior hace tan solo 10 meses.
¿Qué otro muerto más recaerá sobre los hombros del periodo del Ministro? ¿La sangre de quién más se derramará durante la gestión de Santiváñez? La incapacidad nos está matando y desangrando a todos los peruanos. ¿El Gobierno Central y el Congreso lo seguirán pasando por alto? El Ministro es un sumado de incapacidad, yerros y ridículos como cuando dijo con bombos y platillos, gritando a los 4 vientos, haber capturado al “número dos” de sendero luminoso Iván Quispe Palomino y resultó ser solo un trabajador albañil, o como cuando dijo haber capturado a alias “Kalito” uno de los delincuentes más peligrosos del país y resultó ser solo un humilde sereno municipal, o uno de sus últimos escándalos que es el de haber tenido acceso a una nota periodística mucho antes de que sea emitida en televisión, ante el estupor de propios y extraños, culpando a su jefa de prensa.
Por donde se mire la era Santiváñez es una de las peores en la última década, tanto se ha literalmente disparado la criminalidad en el país que según la plataforma internacional Global Numbeo el Perú actualmente ocupa el puesto número 10 como uno de los países más inseguros en el mundo.
Se hace más que necesario el cambio de ministro para refrescar la cartera con nuevos vigores, salir del letargo en el que se encuentra, evitar la dejadez y cambiar el status quo, esto acompañado de un plan de acción drástico con decretos de urgencia y proyectos ley que determinen la expulsión inmediata del país de criminales extranjeros y/o indocumentados, fortalecer el control fronterizo con una exhaustiva revisión de los requisitos de ingreso, promover los equipos y trabajos de inteligencia, así como incentivos en bonos de productividad para la Policía, Fiscalía y Poder Judicial por captura, denuncia y sentencia que coadyuven a la desarticulación efectiva de las bandas criminales, así como endurecimiento de penas y más aún en casos de reincidencia. La lucha contra la criminalidad debe ser frontal, decidida, sin miramientos. Esperemos que las mociones de censura presentadas por varias bancadas contra Juan José Santiváñez no sean solo un saludo a la bandera de las tantas que se ven en el Congreso y que realmente la censura prospere materializándose el día viernes.