Lo único que el Censo 2017 nos deja en claro, hasta este momento, es el nulo civismo de muchos compatriotas. Entre los que viven reñidos con el sistema y el Estado, al que niegan toda forma de injerencia sobre sus vidas y los que no les importa el país ni nada que sea distinto a sí mismos, el resultado común es que se llega al extremo de cuestionar solo por el mero gusto de cuestionar. Sin embargo, el gobierno, como ya es su costumbre, ha actuado de manera tal que la mayoría de cuestionamientos son acertados.
1.
Las preguntas de tipo étnico en realidad no reportan nada que esté en contra de las típicas políticas públicas que intentan maximizar la inclusión social y hacer que disminuya la discriminación. Y aunque el censo no sirva para nada que sea distinto a la proyección de políticas públicas o, en el peor de los casos, solo sirva para justificar los «buenos» oficios del INEI, no hay muchas vueltas que darle al tema ya que la Ley de Censos vigente prescribe que se realice un evento de este tipo cada diez año y, en tal sentido, no tiene porque verse ninguna intención del gobierno en mejorar el estado de cosas
2.
El desacierto en la publicidad y en el nivel de comunicación política empleada por el gobierno respecto del acto estadístico de hoy domingo 22 de octubre de 2017 ha sido pésimo. Hace varias semanas el presidente debería haberse dirigido a la Nación a fin de concientizar a la población. Lamentablemente, sucede que PKK nunca ha representado a nadie y el rechazo de la población al censo y a las restricciones que se han conferido en torno suyo lo demuestran claramente.
3.
Quizás, por no haberse dispuesto una sanción pecuniaria para todo aquel que no brinde información al INEI en cumplimiento estricto de varios derechos constitucionales es que la gente se muestra tan poco interesada en participar del censo. En sociedades como la peruana sino es por la coerción, la «ciudadanía» no daría ninguna muestra de actividad aunque esto no pueda darse sin vejamen de una serie de derechos constitucionales básicos. Mayor tendencia al autoritarismo no puede haber, etc.
4.
Por otro lado, detengámonos en señalar los principales proyectos de ley aprobados esta última semana por el Congreso o los decretos supremos expedidos por el Presidente y tendremos más en cuenta la convenida realidad de las altas esferas del poder en este país.
5.
De hecho, existen dos normas expedidas estos últimos cinco días que es necesario señalar ya que dejan en evidencia que la política peruana en general es un hervidero de componendas sin ninguna otra opción.
6.
En este sentido, el fujimorismo aprobó el Proyecto de Ley 551 que beneficia a empresas aeronáuticas al brindarle exoneraciones tributarias cuantiosas. Es decir que se ha consagrado legislativamente un grave retroceso respecto del recorte de beneficios indebidos que reciben los lobbys y capitales extranjeros en un notorio perjuicio de todos los ciudadanos peruanos no solo por el dinero que deja de percibirse por efecto de las exoneraciones de este caso sino por la obvia discriminación implícita en tales acciones.
Según los reportes expuestos en la web, en razón de exoneraciones como las descritas, el Perú dejará de percibir entre S/.700 y S/.1.200 millones de soles al año. Lo más resaltante es que esta norma tiene prácticamente nombre propio dado que el 90% del mercado aeronáutico civil en el país es cubierto por LATAM(ex LAN).
7.
El Poder Ejecutivo como no puede ir a la zaga del «Parlamento», ha dispuesto a través del Decreto Supremo Nº 292-2017-EF la entrega de 37 millones de soles a fin de satisfacer los gastos que implica la visita del Papa al Perú. Sobre ello, bastará decir que en ningún caso cuando un jefe de Estado visita el país se tiene que pagar absolutamente nada. Además, el Papa no representa nada que sea distinto al Estado Vaticano. Otorgar 37 millones a cuenta de un supuesto benefactor espiritual es no solo ser cómplice de las atrocidades de la Iglesia Católica que este individuo hasta la fecha no busca sancionar sino que nos compromete con una serie de supercherías inadmisibles salvo a título individual, jamás a título colectivo ni mucho menos nacional o gubernamental.
8.
Así de hundidos estamos y aun así hay gente que parece preocuparse por el Censo únicamente porque no aciertan a definir cual es su grado de choledad.
9.
A veces, luchar por este país parece ser más ridículo que arar en el mar.