Las festividades del Día Nacional del Doble Diez tendrán un carácter especial en Taiwán este año. El pueblo se niega a dejar que la campaña de coerción de China le quite al país su reconocimiento internacional como defensor de la libertad, la democracia, los derechos humanos y el orden basado en las reglas.
Esta confianza se deriva de estar al frente y en el centro del escenario diplomático global. La presidenta Tsai Ing-wen representó a Taiwán con excelentes resultados durante sus visitas de Estado de la Gira de libertad, democracia y sostenibilidad y Océanos de Democracia.
Ambos viajes generaron una gran cobertura mediática y transmitieron el mensaje de que Taiwán puede ayudar a promover la paz, la estabilidad y la prosperidad más allá de su territorio. También demostraron que el país es una fuerza para el bien en el mundo y está resuelto a hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Este optimismo está en el corazón del éxito de Taiwán a la hora de cultivar relaciones más cercanas con socios claves como Japón, Estados Unidos y otros países de ideas afines en todo el Indo-Pacífico a través de una serie de iniciativas de cooperación.
Uno de los principales pilares de este enfoque conlleva una serie de programas de asistencia organizados por el Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional de Taiwán (TaiwanICDF, siglas en inglés) con aliados diplomáticos, así como seminarios y talleres organizados bajo Marco Global de Cooperación y Capacitación entre Taiwán y Estados Unidos y conforme a los objetivos de la Nueva Política hacia el sur.
Mientras Taiwán celebra el Día Nacional del Doble Diez, el pueblo puede estar orgulloso del hecho de que no está solo. Los esfuerzos para fortalecer los vínculos con el mundo están generando grandes dividendos, asegurando que el país siga siendo un miembro indispensable de las familias de las naciones.