CEABE en crisis: desabastecimiento de medicinas en EsSalud pone en riesgo la vida de los pacientes
En el Perú varios pacientes ponen en riesgo sus vidas por no recibir sus medicamentos a tiempo. La Central de Abastecimientos de Bienes Estratégicos (CEABE) arrastra graves cuestionamientos y denuncias por presunta corrupción. Lo terrible de esto es que ante la falta de medicamentos hay pacientes que intentan suicidarse.
Este año el desabastecimiento en EsSalud se ha hecho más evidente, los hospitales como el Almenara, Rebagliati, Angamos, Diaz Ufano, Negreiros, Sabogal, entre otros, no cuentan con varias medicinas en sus farmacias. Esta situación que no es nueva, ha despertado la alerta en miles de familias que sufren por no poder cumplir el tratamiento médico de su hijo, madre, padre o abuelos.
Gran parte de los medicamentos debieron ser comprados por la Central de Abastecimientos de Bienes Estratégicos (CEABE). Lamentablemente, la mala administración y las oscuras compras de CEABE ha generado una crisis a nivel nacional en el sector Salud. No solo son las denuncias por presunta corrupción con las que tiene que lidiar la presidenta de EsSalud, María Elena Aguilar del Águila, —quien prefiere no dar la cara ante las críticas—, también la titular del Seguro Social de Salud debe actuar con urgencia para restructurar el CEABE, que actualmente es gerenciado por el cuestionado José Cedrón Caballero.
María Elena Aguilar, presidenta de EsSalud.
Pacientes sin medicinas
El viernes pasado visitamos los hospitales Almenara y Rebagliati para conocer de cerca el vía crucis que viven los pacientes. Ingresamos por la mañana y recorrimos las diferentes farmacias que tiene cada nosocomio. Primero conocimos a Ernesto en el hospital Almenara, un padre de 55 años que luego de hacer su cola con su receta en mano, no pudo recibir las hormonas de crecimiento que necesita su hijo para su tratamiento en el desarrollo de los huesos. “No tengo dinero para comprar afuera, ya es segunda vez que regreso con las manos vacías a casa”, nos dice Ernesto, mientras sus ojos se humedecen.
Minutos después, frente a la ventanilla se escucha los reclamos de una madre de familia. Ella tampoco ha recibido el medicamento Timonol para su hija, una medicina que sirve para tratar el glaucoma. “Mi hija necesita esa medicina para sus ojos. Solo me dicen que no hay. Si mi hija no recibe su medicina ella puede quedar ciega”, se lamenta la madre.
Farmacia del Hospital Almenara.
Dentro de la lista de medicinas que los asegurados no encuentran en las redes de EsSalud, figuran: Levotiroxina sódica 0.1 mg, Enalapril maleato 10 mg, Valsartan 80 mg, Indometacina 25 mg, Atropina sulfato 1 mg, Tramadol clorhidrato 100mg, Vacuna antitetánica, Oxacilina 1 g, Losartan 50 mg, Hipromelosa, Ertapenem 1 g, Timolol, Orfenadrina citrato 30 mg, Clozapina 100 mg, Warfarina sódica 5 mg, Espironolactona 100 mg, Carvedilol 25 mg, entre otros medicamentos.
Las mismas historias se repiten a diario en el hospital Rebagliati, cientos de padres de familia regresan a sus casas con las manos vacías. Muchos de ellos han renunciado a su trabajo para atender a sus hijos, ya que algunas enfermedades necesitan de un cuidado y tratamiento especial que EsSalud no cumple con darles.
Al borde de la muerte
Alicia, es una paciente que sufre de hipertensión pulmonar, una rara enfermedad que afecta a las arterías de los pulmones y el lado derecho del corazón, bloqueando los vasos sanguíneos. Ella vive una permanente batalla en busca de sus medicamentos. Alicia nos dice: “El problema en los hospitales Rebagliati y Almenara, es el tratamiento. No tenemos todos los tratamientos aprobados, solo nos dan tratamiento para el inicio de la enfermedad.Al no tener acceso a los medicamentos solo nos queda morir”.
Ante la paupérrima gestión de CEABE de EsSalud, los pacientes han formado distintas asociaciones para poder traer medicinas para su tratamiento de otros países. Alicia es una sobreviviente, ya lleva siete años tratándose con medicamentos donados que puede conseguir de pacientes de Chile, Colombia, México y Australia. “Sin esas medicinas donadas, posiblemente yo ya estaría muerta”, señala Alicia.
Farmacia del Hospital Rebagliati.
Medicamentos como el Bosentan —que puede causar daño hepático—, muchas veces tampoco se encuentra en las farmacias de EsSalud. Además, lo que se entrega no son bioequivalentes. Es decir, lo pacientes no pueden saber si realmente tienen la concentración del medicamento que deben tener sus medicinas. “Hay varias terapias al cual EsSalud se ha negado. Las hemos requerido, pero jamás hemos tenido respuesta. Ahora se están demorando una eternidad para hacer compras, pero vemos que dan trámite a medicinas que no se encuentran en Perú y que no tienen la misma eficacia. Han pasado hasta tres meses y no te dan la medicina, hay una gran irregularidad, y este año es mucho más. Antes nos pasaba esto con un 40% de los pacientes, y actualmente nos está pasando con un 70% de pacientes. Lamentablemente hay pacientes que llegan a su casa a llorar y a deteriorarse”, comenta Alicia.
Intentos de suicidio por desabastecimiento
La adquisición de estos fármacos es responsabilidad de la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (CEABE) de EsSalud, actualmente gerenciada por José Cedrón Caballero, pero su gestión solo esconde presuntas irregularidades y una larga lista de pacientes que viven un drama diariamente.
Patricia, es madre de un niño de ocho años que sufre de fibrosis quística, una enfermedad que causa daños graves en los pulmones, el sistema digestivo y otros órganos del cuerpo. Ella mes a mes tiene que batallar contra el desabastecimiento de medicina y la burocracia médica que los maltrata a pesar que la vida de su hijo corre peligro.
“Hemos ido a INDECOPI y explicamos cual sería el peligro por la falta de medicamentos. Estamos anunciando la muerte masiva de niños y jóvenes si no cumplen con los medicamentos”, manifiesta Patricia.
“La verdad que ya no sabemos qué hacer, tal vez una huelga de hambre. Algunos se quieren suicidar. Justo vengo de una visita de un paciente de EsSalud en Huancayo, y él quiere suicidarse, solo tiene 20 años. EsSalud ni siquiera le dice dónde está su expediente, ni por humanidad”, nos cuenta con dolor Patricia.
Tres meses sin medicamentos
El drama de los pacientes de EsSalud por una mala administración en el CEABE, encierra casos de jóvenes que no han recibido su medicina por más de noventa días. Uno de esos casos es el de Angie de 28 años de edad, que sufre de hipertensión pulmonar y que desde noviembre pasado EsSalud no cumple con la entrega de su medicamento iloprost.
“En EsSalud me lo dieron por un año, pero el área de logística no fue precavida, sabiendo que esa medicina tengo que usar de por vida. Cuando dejo de usar el iloprost, me da un efecto de rebote y deteriora más mi salud. Por el momento estoy consiguiendo como pueda de otro país mediante donación, pero es muy complicado. Cuando voy a EsSalud por mi medicamento solo me dicen que no hay, que están esperando la compra. Ya he denunciado esto, pero sigo a la espera, y mientras tanto mi salud se deteriora. Tengo bastante descompensación, tengo que estar con oxígeno, no puedo trabajar tranquila. Todo esto me afecta mucho”, comenta Angie.
Ante esto, indigna que desde el CEABE de EsSalud solo se crucen de brazos. La presunta corrupción en las compras al parecer llena el bolsillo de un pequeño grupo, mientras otro, uno mucho más grande integrado por niños y jóvenes, tiene que sobrevivir apelando a donaciones de pacientes extranjeros.
“Yo estaba en UCI, pero gracias al iloprost pude salir de UCI y tener una calidad de vida. Ahora utilizo en menos dosis la medicina porque no la puedo conseguir, no la venden en Perú. La medicina sé que la venden en Colombia pero es súper cara. Pero hay más tratamientos y EsSalud ni siquiera me evalúa, solo están esperando que yo no pueda conseguir donaciones y que vaya a emergencia para que me internen y me conecten con catéter. Yo con 28 años, tendré que interrumpir la vida que hago para internarme en un hospital. Es totalmente injusto”, relata Angie.
Doble discurso en EsSalud
María Elena Aguilar, presidenta ejecutiva de EsSalud, hace unos días en una entrevista, reconoció que existe corrupción y barreras burocráticas que impiden el abastecimiento de medicamentos en los centros de salud.
“Tenemos desabastecimiento y estamos tratando de mejorar. Tenemos en proceso muchas licitaciones públicas grandes que deben empezar a adjudicarse en las semanas siguientes. Pido disculpas a la población. Hemos mejorado, pero no como corresponde”, manifestó.
Sobre la presunta corrupción en CEABE de EsSalud, mencionó: “Es triste decirlo, pero la corrupción es un cáncer y EsSalud no está exento de esto. Hemos creado un sistema que se llama ‘Cabildos de transparencia’ en donde el proveedor presentará el problema delante de los funcionarios para evitar la corrupción. También hemos creado la directiva de reconocimiento de deudas y hemos separado a funcionarios y trabajadores en casos de corrupción”, expresó.
Solo unos días después, en las redes sociales de EsSalud el discurso cambia, y desde el Seguro Social de Salud señalaron: “Hoy, EsSalud tiene un abastecimiento de medicamentos en todo el país del 97%. Sin embargo, el 3% restante, que generalmente corresponde a enfermedades huérfanas o raras, será cubierto por la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (CEABE)”.
Claramente, la publicación es una grave patinada de EsSalud, porque la realidad que viven los pacientes la hemos podido corroborar con sus testimonios.
José Cedrón y Lisbeth Bonilla
¿Acaso se pretende blindar los actos de presunta corrupción en las compras de medicamentos en el CEABE? Aquí hay responsables, uno de ellos es José Cedrón Caballero, Gerente Central de CEABE, y la otra funcionaria es Lisbeth Bonilla Jerí, por eso nos preguntamos ¿Qué hace la químico farmacéutico a Lisbeth Bonilla, subgerente de almacenamiento y distribución? Al parecer, solo prioriza sus temas personales, en vez de enfocarse en sus responsabilidades con la finalidad de brindar un mejor servicio a miles de asegurados.
José Cedrón Caballero, Gerente Central de CEABE.
Es importante recordar que Lisbeth Bonilla, enfrenta una investigación en la Fiscalía de Corrupción de Funcionarios por el presunto delito de Cohecho Pasivo Propio. Este caso está relacionado con el presunto aprovechamiento del cargo junto a otros funcionarios, como se señala en el Expediente Nº 1875-2018-2.
Nos comunicamos con el Gerente Central José Cedrón Caballero, para recoger sus descargos sobre lo que viene pasando en CEABE, pero hasta el cierre de este informe no hemos tenido respuesta.
La presidente de EsSalud María Elena Aguilar, debe actuar con celeridad para corregir lo que pasa en la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (CEABE). La vida de miles de pacientes está en juego.