Opinión

Castillo de arena

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Por Carlos Vargas

El Gobierno de Castillo se ha quitado la máscara. La salida exprés del chavista Héctor Béjar y su reemplazo por el ex toledista (como Castillo) Óscar Maúrtua en la Cancillería, marca el inicio de la derechización de este “gobierno del pueblo”. Para confirmar esto, Castillo ha firmado el Acuerdo Nacional con todos los partidos de la CONFIEP, incluido el fujimorismo, así como hicieron los presidentes “neoliberales” que lo antecedieron. Castillo cree que de esta manera evitará la vacancia que se prepara en su contra, sin embargo, ni siquiera un banquero como PPK o un empresario como Vizcarra, pudo evitarla, mucho menos podrá hacerlo un ex sindicalista despreciado por la burguesía y cada vez más alejado de los obreros y campesinos pobres que, engañados, votaron por él.

El congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo, dice que una persona como Maúrtua “no puede representar a un gobierno de izquierda”. Lo cierto es que lo de Maúrtua no era broma, ya recibió sus credenciales, y lo que debería hacer Bermejo más bien es preguntarse si este gobierno sigue siendo de izquierda (con todo lo gaseosa que resulta esta palabra). Para ser más precisos, como dice Cerrón, “estamos en la etapa clarioscura [sic] donde hay algo nuevo que no termina de nacer y algo viejo que no termina de morir. Ahí es donde los monstruos aparecen”. Así es: la ilusión de un gobierno bolivariano dirigido por Perú Libre está muriendo, mientras emerge el monstruo de un nuevo gobierno derechista de la CONFIEP.

Como nos advierte el camarada Cerrón: “La derecha quiere más, quiere ganar el gobierno, pese a perder las elecciones. No les basta haber retirado al canciller Béjar, quieren desnaturalizar al Gobierno, haciéndolo renunciar a sus propuestas primigenias por las que ganó las elecciones. ‘Golpe encubierto al descubierto’”. Así, estaríamos frente a un nuevo tipo golpe, el “golpe encubierto”, medida que no buscaría derrocar al presidente, sino hacerlo renunciar a sus propuestas, a su partido, a su ideología misma. Pero ¿cómo operó este golpe contra Castillo?, ¿lo “secuestraron” como a Humala y le lavaron el cerebro? El neurocirujano Cerrón no nos da los detalles de esta lobotomía política encubierta, pero está claro que este gobierno ya no es, o nunca fue, un “gobierno del pueblo”.

Lo más probable, sin embargo, es que luego de este golpe al cerebro de Castillo, se produzca igual un “golpe parlamentario”, es decir, su vacancia por votación mayoritaria del Congreso. Esto es totalmente factible porque, aunque la derecha perdió la Presidencia de la República, ganó las elecciones parlamentarias con ventaja. Para ser más precisos: en realidad el izquierdista Castillo ganó apretadamente la segunda vuelta únicamente porque se enfrentó a la hija corrupta de un dictador corrupto; si hubiera competido con cualquier otro candidato de derecha, hubiera perdido de forma penosa. La derecha corrupta tiene, entonces, todo servido para vacar a Castillo, no importa que tanto este se derechice, lo vacarán igual, porque estos partidos no solo buscan salvar los privilegios de las grandes empresas sino su propia cuota de poder político.

Como advertimos en nuestra editorial de abril: “¿… acaso alguien puede dudar del fracaso de un eventual gobierno de Castillo? Ya sin gobernar se ha puesto a los pies de la CONFIEP…[i]. Los que luchamos por la refundación de la Cuarta Internacional debemos seguir combatiendo al reformismo “movilizados en las calles, contra las bandas fascistas pero también contra la policía genocida ahora bajo el mando de este nuevo títere del capital, tan sólido como un castillo de arena[ii]


[i] https://zonaobrera.wordpress.com/2021/04/14/ni-fujimorismo-ni-chavismo-votemos-por-la-revolucion/

[ii] https://zonaobrera.wordpress.com/2021/07/23/un-nuevo-gobierno-de-la-patronal/

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