Por: Rafael Romero.
Mientras el doctor Vladimir Cerrón se pronuncia con su carta a los “perulibristas” desde la clandestinidad, exponiendo principios e ideales de verdad y justicia, lamentablemente congresistas de ese partido, como el cuestionado Segundo Montalvo, se encaprichan con su intervencionismo en los claustros estudiantiles de la histórica Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC).
Pretender poner al hombre al servicio de la ley y no la ley al servicio del hombre, como ocurre con la interesada y seudo reorganización de la UNJFSC, en medio de los ucases del parlamentario Segundo Montalvo, presidente de la aburguesada Comisión de Educación del Congreso de la República, solo es ir contra la autonomía universitaria y la democracia interna de los estamentos estudiantiles, temas que el doctor Vladimir Cerrón conoce muy bien porque ha sido estudiante universitario y luego docente en una casa superior de estudios.
Lamentablemente, la situación de privilegio y acomodaticia de la mamadera del Estado ha hecho que la bancada de Perú Libre traicione los ideales de su líder, el doctor Vladimir Cerrón, siendo paradójico que su propio hermano Waldemar Cerrón se ponga al servicio de los intereses de la oligarquía al apoyar el desaguisado intervencionismo en una universidad del Estado, siendo tonto útil de la derecha cavernaria y reaccionaria, dueña de varias universidades privadas pues al debilitarse a la universidad pública, por obvia razón, se está empoderando a las universidades e institutos superiores particulares.
Peor aún, con congresistas como Montalvo solo se termina trayendo por tierra los aspectos centrales de la carta abierta a los “perulibristas” escrita hace unos días por quien es víctima de un “lawfare”, el doctor Vladimir Cerrón, cuando este señala que el destacamento (militante) en el Parlamento debe cuidar la moral del partido porque es la “única trinchera de lucha de la clase trabajadora, a quienes con mi encarcelamiento hubieran intentado doblegarla”.
Precisamente, los trabajadores de la UNJFSC ya se han manifestado en contra del intervencionismo y frente a las consabidas reorganizaciones en las universidades estatales, asunto en el cual tiene nulo éxito que mostrar el congresista Montalvo. En efecto, el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad de Huacho (SUTHU) emitió un pronunciamiento rechazando la actitud mostrada por el presidente de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte, Segundo Montalvo, al querer aprobar los predictámenes de los Proyectos de Ley N° 7627/2023-CR, 8022/2023-CR y 8220/2023-CR que buscan reorganizar a la universidad faustiniana, pues en la práctica son ilegales e inconstitucionales, perjudicando a la comunidad universitaria (13,000 estudiantes de 38 escuelas académicas) y la estabilidad laboral de más de 700 trabajadores.
No obstante, hay congresistas que se oponen a las intenciones de Montalvo, como el congresista Álex Paredes, quien solicitó la asistencia a la comisión del Contralor General y de la Fiscal de la Nación para que expongan todos los casos pertinentes de la UNJFSC y que se individualicen responsabilidades. Asimismo, el parlamentario Guido Bellido pidió se respete la autonomía universitaria, remarcando que los órganos de gobierno son elegidos por los integrantes de las universidades y si el rector o decanos son cuestionados, se les puede vacar, por lo que pidió evaluar e individualizar las denuncias.
Otros congresistas también se han opuesto a ese intervencionismo que quedaría como un mal precedente para atacar a otras universidades públicas mientras que las privadas, con intereses puestos en algunas bancadas congresales, se irían de rositas.
Por otro lado, los trabajadores de la UNJFSC han dicho que Segundo Montalvo no puede comportarse como un elefante en medio de una cristalería, pues generalizar el tema de la corrupción es erróneo y subjetivo mientras no se individualicen responsabilidades, mucho más cuando en paralelo se desentraña la persecución contra el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, y que gracias a su valiente lucha en la jurisdicción constitucional está desarmando el “lawfare” en su contra y que lo ha obligado a permanecer en la clandestinidad.
Los trabajadores, estudiantes y el grueso de las autoridades de la UNJFSC merecen respeto, siendo injusto, parcializado y desproporcionado los predictámenes de los Proyectos de Ley 7638/2023-CR, 8022/2023-CR y 8220/2023-CR que pretenden reorganizarla íntegramente, hecho a todas luces desproporcionado, exagerado y falaz.
Los trabajadores de esta emblemática universidad pública también rechazaron la actitud inadecuada, reaccionaria, pro-oligárquica y antidemocrática del congresista Waldemar Cerrón, la que no se condice con los elevados ideales y la consecuencia combativa de su hermano, el doctor Vladimir Cerrón. Por eso es la hora de la unidad de los estudiantes faustinianos, de los docentes y los trabajadores para defender los principios de la reforma universitaria de Córdoba, de junio de 1918, mucho más cuando en su alma mater existe paz social, legalidad y gobernabilidad para enfrentar con éxito el camino de la renovación de su licenciamiento.
Tal como termina la carta del líder y fundador del partido Perú Libre, el doctor Vladimir Cerrón, respecto a su caso, mutatis mutandis, también debe verse el siguiente texto la perspectiva de la UNJFSC:
“En ninguna de las circunstancias tuvimos la solidaridad de ningún partido que aún conserva su membrete de izquierda, por el contrario, se percibía alguna satisfacción y, en el mejor de los casos, su neutralidad. Lo menciono no por resentimiento, sino para resaltar la ausencia del valor de la solidaridad, rasgo inequívoco que caracterizó a la izquierda de antaño, que al día de hoy no existe, producto de la psicología alienante, mercantilista e individualista, que como triunfo ideológico el neoliberalismo impregnó sobre la masa popular, logrando corromper nuestra conciencia de clase”.
En suma, la comunidad universitaria faustiniana espera que el congresista Segundo Montalvo sea más consecuente, transparente y objetivo.