El mandatario se acogió a su derecho de guardar silencio para responder sobre la relación estrecha que tuvo con sus funcionarios más cercanos en Palacio de Gobierno, la exsecretaria general Mirian Morales, la exadministradora del despacho presidencial Karem Roca y el exjefe de comunicaciones Óscar Vásquez con respecto a las contrataciones de Richard Cisneros Carballido, más conocido como Richard Swing.
Lo sorprendente fue que Martin Vizcarra sí llegó a las instalaciones del Congreso alrededor de las 9:40 de la mañana y Edgar Alarcón (Unión por el Perú) presidente de la Comisión, ordenó que la sesión sea reservada. Y simplemente, el expresidente de la República durante la sesión se quedó callado y no respondió.
Luego, en declaraciones a la prensa que dio Martín Vizcarra en los exteriores del Congreso, agregó que la actitud golpista del Parlamento tiene el rechazo de toda población y dijo además, que hay una contradicción porque el Congreso está integrado por personas que ya perdieron legitimidad; y que el único órgano que tiene legitimidad para todas esas diligencias es el Ministerio Público y concluyó aseverando que hizo uso de su derecho constitucional de guardar silencio, porque es una prerrogativa que tiene todo ciudadano y se mostró molesto porque dijo que con solo dos intervenciones de dos padres de la Patria, él recibió agravios e insultos y que por eso, no estaba dispuesto a estar allí.