CARTA: DORIS MOROMISATO RENUNCIÓ A LA CÁMARA PERUANA DEL LIBRO

Doris Moromisato se aleja de la Cámara Peruana del Libro tras 11 años como Directora Cultural (Foto: article.wm.com)

«Si alguna vez infligí alguna herida o tuve un tono altisonante en el disciplinado ejercicio de mi trabajo, por favor les ruego que me disculpen». Así termina la carta que envió la controvertida Directora Cultural de la Cámara Peruana del Libro, Doris Moromisato, a los socios de dicha institución. Moromisato, quien estuvo a cargo de la programación de eventos culturales de la FIL Lima durante 11 años, cede la posta de la Dirección Cultural a la comunicadora Vanadis Phompiú quien estuvo a cargo del área de prensa de dicha institución. Nuevos vientos con los que la nueva directiva, presidida por Germán Coronado, asumirá el gran reto de posicionar a la FIL Lima como una de las más importantes de la región. Acá la carta de despedida de Doris Moromisato:

Lima, 29 de abril de 2014.

Estimados socios y estimadas socias de la Cámara Peruana del Libro:

Reciban mi más cálido abrazo. La presente es para informarles que mañana, 30 de abril, me alejo de la Cámara Peruana del Libro y entrego mi cargo de Directora Cultural. Han transcurrido 11 años desde que acepté este gran reto y solo tengo palabras de agradecimiento. La confianza y el respeto que recibí de ustedes es el mejor recuerdo que guardo en mi corazón. Siempre recalcaré que con empresas e instituciones, como las que ustedes dirigen, sí es posible hacer gestión cultural en el país… y que la alianza estratégica y el buen entendimiento entre la gente que hace cultura y la gente que hace negocios solo puede producir éxitos económicos y, sobre todo, realizaciones humanas.

Cómo olvidar que empecé a colaborar en mayo del 2003 con nuestro recordado presidente Carlos Benavides, quien además en el 2005 me encargó la enorme responsabilidad de armar el programa cultural en el Jockey Plaza. Cómo no confesar que Gladys Díaz y Jaime Carbajal fueron extraordinarios presidentes y los mejores jefes que he tenido en mi vida, en tanto respaldaron mis criterios y decisiones, las ideas más audaces y las arriesgadas innovaciones, y como auténticos empresarios confiaron en la capacidad de los equipos de trabajo que no hicimos más que materializar sus brillantes iniciativas. Cómo no declarar que mi trabajo hubiese sido imposible sin una gerente como Liliana Minaya, cuya honradez y profesionalismo –resumidas en inteligencia, humildad, fortaleza y paciencia- han sido las grandes enseñanzas de un ser humano íntegro e intachable. Mi pensamiento, también, para Rodrigo Rosales y las diferentes Comisiones de Ferias, así como al valioso personal que labora en la Cámara –al histórico y gran amigo Román Aragón-. Mi gratitud a cada una de estas incomparables personas, que hicieron de la Cámara un espacio idóneo para la creatividad y el desarrollo laboral.

Su actual presidente, Germán Coronado, muy amablemente me invitó a acompañarlo en la FIL Lima, pero lamentablemente no podré estar a su lado en la emocionante tarea de fomentar la lectura. Él es un gran editor y sabe perfectamente cómo hacer una gran feria. Por mi parte, he avanzado el programa cultural de la 19ª FIL Lima y he entregado los adelantos logrados sobre contenidos en temas culturales y de entretenimiento. La etapa de transferencia culminará hoy y desde el próximo 2 de mayo las coordinaciones culturales se realizarán con Vanadis Phompiú, quien organizará la programación de la FIL Lima junto al presidente Germán Coronado y el directivo José Carlos Alvariño. A todo su equipo, le deseo el mayor de los éxitos.

Soy poeta y me es imposible despedirme sin dramatismo. Trabajé para la CPL buscando los mejores beneficios para la institución, ojalá que mi labor haya sido satisfactoria para ustedes. Si alguna vez infligí alguna herida o tuve un tono altisonante en el disciplinado ejercicio de mi trabajo, por favor les ruego que me disculpen. Por mi parte, yo solo me llevo gratos recuerdos, inolvidables vivencias y las nuevas amistades que cultivé en estos once años. Ahora, regresaré a mis labores literarias y ecologistas, de las cuales me alejé para contribuir a hacer del libro un territorio de buenas noticias en nuestro país… 

Un gran abrazo, y les reitero mi cariño, y mi admiración por persistir en hacer que los libros sigan revoloteando como mariposas amarillas en nuestra –también- maravillosa tierra macondiana. Fue un honor trabajar con ustedes.
Hasta muy pronto,

Doris Moromisato