Cultura

Capturan a catedrático y socio de la Cámara Peruana del Libro que se dedicaba a la presunta explotación sexual

El escritor y catedrático Manuel Rilo Podestá, socio de la Cámara Peruana del Libro, escribía novelas de ficción basadas en las noches del Centro de Lima. Durante varios años participó como expositor en la Feria Internacional del Libro de Lima.

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Una historia de ficción que tendría rastros de haberse convertido en una sórdida y oscura realidad. De día distinguido catedrático de una prestigiosa universidad, de noche un siniestro proxeneta; esa sería la vida de novela del escritor peruano Manuel María Rilo Podestá, de 52 años, quien según la División de Investigaciones de Alta Complejidad (DIVIAC) de la Policía Nacional del Perú (PNP) se encargaba de captar jovencitas de distintas nacionalidades para prostituirlas en las calles de la capital.

Manuel Rilo, obtuvo una licenciatura en literatura hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Perú (1997) y un doctorado en la Universidad de Miami (2006). Ha publicado Contraeltráfico (Lima, 1997), textos críticos suyos han aparecido en diversas publicaciones como Revista Peruana de Literatura y Hostos Review, entre otras. Además, impartió cátedra de literatura latinoamericana en la Stephen F. Austin State University en Texas (EUA).

Rilo no sería un improvisado en el bajo mundo de la trata de personas, pues incluso obtuvo un doctorado por el trabajo titulado “De brocas y tracas. Nación, homosexualidad, normalidad y travestismo en la literatura y la cultura popular mediática peruana del siglo XX”. Por si fuera poco ha escrito libros relacionados con el mundo de la prostitución y las noches bohemias del Centro de Lima.

Manuel Rilo Podestá.

Él ha hecho estudios sobre la trata de personas, él ha hecho investigaciones en otros países, creo que estos estudios vio como una fuente de ingreso ilícito, y más bien, en vez de aplicarlo para el bien lo aplicó para el mal”, sostiene el coronel Franco Moreno, jefe de la DIVIAC.

De acuerdo a las pesquisas realizadas por la DIVIAC, Rilo Podestá vivía con cuatro mujeres en su domicilio de Jr. Puno, el mismo lugar donde también funcionaba su empresa editora de libros Amelie E.I.R.L., con número RUC 20537124793.

Socio de la Cámara Peruana del Libro

Curiosamente Manuel Rilo Podestá con su empresa editora es socio de la Cámara Peruana del Libro (CPL), la cual se encarga de organizar la Feria Internacional del Libro de Lima, según consta en su página web: https://cpl.org.pe/directorio-de-asociados/

En la página web de la CPL aparece como asociada su empresa Amelie E.I.R.L. teniendo como representante legal a Manuel María Rilo Podestá.

Según registros de la Sunat, Manuel Rilo figura como Gerente-Titular Amelie E.I.R.L desde el 13 de agosto de 2010. Ser asociado a la la Cámara Peruana del Libro (CPL) le brindó facilidades para que pueda participar como expositor durante varios años en distintas ferias de libros, como la Feria Internacional del Libro de Lima o la Feria del Libro Ricardo Palma, entre otras.

Sorprende que en la Cámara Peruana del Libro no exista un filtro para aceptar a los socios. El caso de Manuel Rilo no es el único relacionado con mujeres. En el año 2019 un editor y socio de la CPL también fue denunciado por cinco mujeres por violencia sexual y psicológica. Ante ellos en su momento desde la CPL solo guardaron un silencio cómplice.

Lima Gris se comunicó con un representante de la CPL, quien nos indicó que hoy en la mañana habían tocado el tema de Manuel Rilo y que hoy a las 7 de la noche el Consejo Directivo se reunirá para emitir un pronunciamiento al respecto. Actualmente el presidente de la Cámara Peruana del Libro es el señor Willy del Pozo, esperemos atentos que dirá el mencionado comunicado de la CPL sobre su socio.

Su nombre en la piel

Como si se tratara de parte de su ‘ganado’, según los sabuesos de la Diviac, el novelista tatuaba su nombre en la piel de las cautivas féminas para que de esa manera todos reconozcan a su ‘propietario’.

“Para que otras organizaciones conozcan que ellas tenían un ‘patrón’, un dueño, una persona que era de su propiedad, este sujeto las marcaba”, explica el coronel Moreno.

Fue gracias a una de las víctimas que logró escapar que se supo de esa mente maestra para lo ilícito, revelando, según testimonio de la mujer, que era el propio Manuel Rilo Podestá quien ofrecía los servicios a través de una página web de nombre ‘Photokines’, colocando incluso su propio número celular, el mismo que registraba para la venta de sus libros.

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