Esas hermosas cumbres cubiertas de nieve, las preferidas por los turistas para tomarse una foto, poco a poco serán solo un recuerdo irreparable. Un llamado de alerta lanzó el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) al advertir que la cordillera Huaytapallan en la región Junín ha perdido el 72 % de su masa glaciar debido al cambio climático ante la acumulación de contaminantes atmosféricos como el hollín que afectan los ecosistemas de la zona.
La situación es de alta preocupación debido a que el Huaytapallana colinda con el drenaje de ácido de roca, así como la formación de nuevas lagunas que avivan el temor de desembalses además del impacto del recurso hídrico del que depende la ciudad de Huancayo, capital de la región Junín.
Al respecto, Vladimir Yáñez Rodríguez, titular de la Gerencia Regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente, de la región Junín, declaró que se busca enfrentar dicho problema con proyectos de inversión.
Indicó que la pérdida de glaciares es un tema de alta preocupación y que se ha propuesto la creación de una Dirección Especializada en Recurso Hídricos para generar proyectos sostenibles con miras al año 2050.
De acuerdo al informe del Inaigemdesde el año 1962 al 2020, los andes peruanos han perdido el 56.2% de su masa glaciar y en el caso de la cordillera Huaytapallana la pérdida de su masa es del 71.6%, lo cual es una situación bastante crítica.
El Inaigem, organismo adscrito al Ministerios del Ambiente (Minam), mediante el “Proyecto Carbono Negro” realiza monitoreo de la cordillera Huaytapallana, a fin de determinar el estado situacional del glaciar debido a la acumulación de los contaminantes atmosféricos como el hollín y el cambio climático, que afectan sus ecosistemas.
Gigante blanco en proceso de desaparición. Investigadores pronostican que nevados como el Huaytapallana podrían desaparecer en el año 2050.
Al respecto cabe señalar que la dinámica glaciar se estudia con equipos especializados que permiten realizar mediciones en el aire y en la superficie glaciar.
Para el primer caso (aire), se observa las fases de la precipitación, la temperatura del aire, la humedad, y las concentraciones de contaminantes atmosféricos.
En el caso de la superficie glaciar, se realiza mediciones mensuales para observar la densidad de la nieve y su profundidad, la acumulación de materiales como el hollín producto de la actividad humana (quema de pastizales y de desechos agrícolas, contaminación del parque automotor), lo cual tienen un impacto negativo al provocar un derretimiento acelerado del glaciar.
La nieve es una de las principales variables influyentes durante el proceso de acumulación de un glaciar pues actúa como un reservorio temporal de agua en forma sólida, desempeñando un rol importante en el volumen de agua en las cuencas altas. La nieve al ser un manto blanco, actúa como un aislante térmico para el campo de hielo.