En este caso la justicia se inaplica cuando uno tiene contactos y dinero. El 11 de octubre de 2019 se terminó con los sueños y proyectos de Joseph Huashuayo y Cristián Buitrón, mientras que su compañero Luis Miguel Vega Palacio resultó con fracturas. Los tres jóvenes se dirigían a un centro para pasar un examen médico del trabajo que habían postulado. Sin embargo, fueron atropellados por Melisa González Gagliuffi, quien manejaba a una velocidad no permitida por la avenida Javier Prado.
Se van a cumplir cinco años de este hecho, pero todavía los familiares de los deudos no pueden encontrar justicia. A pesar de que, en el 2022, la Corte Superior de Justicia de Lima sentenció a seis años de prisión efectiva contra González Gagliuffi, pero esto quedó atrás pues el Poder Judicial (PJ) cambió esta condena por vigilancia electrónica; es decir, la también abogada debería estar con grillete, pero no sería así. Además, tampoco tendría una vigilancia en su casa.
Como se recuerda, cuando se dictó esta condena González no se presentó y pasó a estar prófuga de la justicia. Asimismo, logró estar el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior para cualquier información de su paradero, pero ya no aparece en esta plataforma tras el cambio del Poder Judicial.
Para el otorgamiento de la vigilancia electrónica se da como prioridad solo a las personas mayores de 75 años, enfermedades graves, discapacidad física permanente, mujeres gestantes, o con hijos menores de tres años.
Sin embargo, esta procederá “únicamente” con la “aceptación expresa” del condenado en la audiencia, pero González no se presentó y se encontraba prófuga de la justicia.
Cuando una persona está fugada se presume razonablemente que no hay voluntad de presentarse a la autoridad judicial. Lo razonable sería no otorgar un beneficio de esa naturaleza”, afirmó Wilfredo Pedraza, exministro del Interior.
Hasta el momento, no se sabe dónde se encuentra la abogada que atropelló a tres personas, de las cuales dos de ellas fallecieron. Un silencio en la justicia que tampoco fue notificada a los deudos. Entonces, cómo consiguió González este beneficio si no cumplía con todos los requisitos.
“Siento una indignación y un dolor por haber perdido a mi hijo, aún me duele mucho y que no haya justicia como debe ser”, sostuvo Fortunato Huashuayo, padre de Joseph, el joven ingeniero atropellado.