Comer en los cines nunca fue uno de mis placeres, personalmente detesto comer y que la gente coma en el cine. No me imagino ver una obra de teatro entre canchita que cruje y sorbetes que transportan gaseosa.
Pero la noticia del día ha sido una victoria para los consumidores, INDECOPI y ASPEC, han logrado que se acabe la prohibición de ingresar alimentos propios a las salas de cine. Fundamentando, que este tipo de prácticas en las salas de cine resultan ser abusivas y van contra el derecho del consumidor.
Por más que no me guste que la gente coma en el cine, este hecho en defensa del consumidor me parece valioso. Suficiente con que Hollywood acapare la cartelera, pero obligarnos a consumir pop corn, snacks y gaseosas, ya era una dictadura comercial, que empresas como Cinemark y Cineplanet, realizaban.
El menú en los cines siempre fue alienado, canchita había, pero no era serrana y no tenía queso, todo era masa y saborizantes. Desde el 2 de marzo, todo esto cambiará, ya que Cinemark y Cineplanet tendrán que retirar sus carteles de «Prohibido ingresar alimentos que no hayan sido comprados en esta sala».
Así que preparen el caldo de cabeza, la salchipapa y el pollo a la brasa, que desde el viernes 02 de marzo, podrás degustar desde tu mostrito hasta tu plato siete colores. Y no te sorprendas que mientras miras tu película, escuches: arepa, arepa, arepa.