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Cadáver de genocida Abimael Guzmán desata enfrentamientos
Población dividida sobre cremarlo o enterrarlo.
El hecho mismo de solamente mencionarlo es motivo de división entre la gente, y es que ahora surge una nueva discusión sobre cómo disponer del cuerpo del más grande genocida de la historia Republicana del Perú, Abimael Guzmán Reinoso, quien falleciera el pasado sábado 11 de setiembre en su celda de la Base Naval del Callao a los 86 años de edad.
Por un lado, Yolanda Quiñones Colchado, en representación de la esposa de Guzmán, Elena Iparraguirre, presentó el domingo 12 a la Fiscalía un escrito reclamando el cuerpo del líder Senderista.
En tanto, distintas autoridades del Gobierno así como ex agentes del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), autores de la captura del cabecilla de Sendero Luminoso hace 29 años, solicitaron que el cadáver sea cremado y que las cenizas se arrojen al mar.
Ante esos cuestionamientos el Ejecutivo ha manifestado que la decisión sobre el destino del cadáver del terrorista corresponde al Ministerio Público. “Como Gobierno respetamos la ley y la independencia de poderes. No nos corresponde decidir sobre la disposición final del cuerpo del terrorista Abimael Guzmán, pues es competencia del Ministerio Público”, respondió desde su cuenta de Twitter la Presidencia de la República.
Sin embargo, si en 36 horas no hay un pedido que la Fiscalía considere válido para entregar el cuerpo, este pasaría a disposición de la autoridad sanitaria, es decir, el Ministerio de Salud, dependiente del Gobierno, según advierten especialistas. Entonces, es posible que el Ejecutivo deba enfrentar esta controversia y decidir qué hacer con el cuerpo del cabecilla terrorista.
Causas de su fallecimiento
Guzmán Reinoso pereció a consecuencia de una neumonía bilateral, es decir ambos pulmones se encontraban comprometidos, causada por un “agente patológico”, según consta en la necropsia de ley. La conclusión del protocolo de necropsia N° 326-21 de la morgue del Callao se encuentra sujeta a los resultados de las pericias patológicas, toxicológicas, químicas, entre otras, dispuestas por el fiscal de cargo de este caso.
Según el Acta de Levantamiento de Cadáver, a la hora de su deceso vestía una chaqueta beige, pantalón plomo, medias azules y un pañal descartable; así como presentaba signos de lesiones traumáticas recientes.
Antecedentes internacionales
Precisamente hace un par de días se cumplieron 20 años del atentado de las Torres Gemelas, perpetrado por el grupo terrorista Al Qaeda, teniendo como artífice intelectual a Osama Bin Laden.
Años después, su captura y ejecución fue motivo de controversia, ya que se afirmaba que sus restos fueron lanzados al Mar Arábigo.
Nadie vio nunca imágenes de Bin Laden muerto. Tampoco de la supuesta ceremonia musulmana sobre el portaaviones USS Carl Vinson de la Marina estadounidense, desde donde habría sido lanzado al mar.
El entonces asesor de seguridad del gobierno de Obama, John Brennan, informó el mismo 2 de mayo de 2011 que el terrorista de origen saudita había sido «enterrado en el mar a las 24 horas de fallecer, respetando las tradiciones islámicas y tras consultar a expertos».
La razón de lanzarlo al mar, según las voces oficiales, era evitar que su entierro pudiera convertirse en un evento masivo y su sepultura en un lugar de peregrinaje. Tampoco era sencillo encontrar un país que aceptara enterrar al terrorista más buscado internacionalmente.