Reino Unido se fue de Europa. El plebiscito de anoche confirmó el temor de los europeístas y envalentona a los euroescépticos más radicales. El resultado, Europa esta coja. Las perdidas sobrepasan al desplome de la libra esterlina y el euro, son más graves e implican un posible final dramático de la Unión Europea.
Todos temían lo que ocurriría. Era un grito a voces. El resquebrajamiento de la Unión con la salida del socio más ambivalente y los riesgos que involucra. Hace apenas 12 años atrás la UE celebraba su ensanchamiento político territorial con el ingreso de diez miembros del ex bloque comunista de Europa oriental, ahora afronta lo impensable. Reino Unido es el primer país que se sale de la UE. Un precedente que envenena todo la política y relación de fuerzas en la región y que puede ser contagioso para los demás países miembros.
No bastó ni siquiera la conveniente muerte de una parlamentaria laborista a manos de un radical del Brexit (la parlamentaria muerta era una ardiente defensora de la permanencia de Reino Unido en la Unión, y al parecer su asesinato tenía motivos políticos de parte del agresor). Tampoco bastó el llamamiento de las estrellas de la cultura popular, actores, artistas, músicos por incentivar el voto pro Europa. El Brexit ha caído como un baldazo de agua fría sobre todos los políticos y mueve el tablero terriblemente.
LOS GANADORES CON EL BREXIT: LE PEN, PUTIN Y TRUMP.
Empezando por el frente interno europeo de los ultras, sobresale como gran ganadora (que a esta hora debe estar de parranda celebrando con un pan baguet y una botella de champagne en cada mano al ritmo de Indochina) Marien Le Pen. La victoria del Brexit en Reino Unido descalabra a los gobiernos europeístas como el de La Hollande en Francia, ahora más vulnerable que nunca, con un electorado que se escapa y tiende a la radicalización. Francia está en decrecimiento económico con una caída en el empleo, aumento del descontento y la marcha de una impopular ley de reforma laboral (que cercenara los derechos de la clase obrera autóctona francesa y que promueve justamente el partido socialista francés en el gobierno). Con todo este panorama sumado la salida de Reino Unido la situación de presión hacia los defensores de la permanencia se hace más insostenible a corto y mediano plazo. Súmese a esto la crisis de refugiados que se deben repartir los países miembros. Aquí Le Pen emerge como ganadora que puede echarles en cara a los liberales de su país el infaltable toque de mamá regañona: selos dije. El aumento de euroescepticismo (desconfianza a las políticas de la UE así como posturas a favor de su salida) en Francia es de por si irremediable para quienes ya ven confirmado el hundimiento del proyecto común europeo que ha comenzado a echar agua, y la primera rata en escapar de este Titanic ha sido Reino Unido.
En el plano geopolítico el gran ganador es la Madre Rusia. Putin ve su posición fortalecida con el debilitamiento de una Europa resquebrajada. Una herida casi de muerte de Europa fortalece las pretensiones imperiales rusas en el este y obliga a los países occidentales a respetar al oso ruso. Hasta hace poco un embargo económico y el apoyo al gobierno occidental de Ucrania fueron afrentas que Rusia recibió de parte de Europa, ahora la situación se ha revertido y el invierno ha llegado. Y Putin más que nunca le sacara provecho.
El Brexit ha surcado el charco y de hecho fortalece las pretensiones electorales del discurso de Trump. Ya desde el comienzo el multimillonario inmobiliario había advertido de la necedad de amarrarse en alianzas (como por ejemplo la OTAN) con un socio tan débil como la UE. El actual descalabro europeo fortalece la retórica del magnate a pocos meses de las elecciones generales de Noviembre. De ser presidente Europa la tendrá negras a la hora de negociar con Trump, quien llegara muy fortalecido. “Un fuerte jamás negocia con un débil, solo impone su postura” Trump Dixit.
LOS PERDEDORES CON EL BREXIT: CAMERON, MERKEL Y HILLARY.
Y son muchos, empezando por el británico de a pie que perderá posibilidades de empleo fuera de sus islas. O los entes culturales financiados por el gobernó británico que verá recortar sus presupuestos drásticamente. El más grave perdedor es Cameron, primer ministro británico que apenas pudo sortear la ola secesionista escocesa del año pasado. Ahora la derrota en el Brexit por el ala más radical de la derecha inglesa le ha firmado su lapida política. Los Torys (conservadores británicos) yacen entre la división interna o al extinción ante el avance imparable de los ultranacionalistas. Puede que el partido Conservador de Cameron, el mismo de la Tatcher, no sobreviva a este vendaval de calamidades. Otro perdedor en su país es el partido Laborista que hizo todo lo posible por salvar la permanencia en la UE, pero no basto, sus votos se pierden y van a parar a los ultras. La izquierda en Reino Unido cada vez esta más débil.
La toda poderosa Merkel también las ve mal con este resultado inesperado. Todos guardaban esperanzas de ganar, aunque sea por el mínimo, pero nadie contó con que realmente era posible este escenario. Ahora todo el peso fiscal cae sobre Alemania, eso la hará presa fácil del populismo de derecha de grupos como AfD o Pegida. Grupos abiertamente xenófobos y cada vez más populares que ya comienzan a arremeter contra el Bundestag. Merkel va en su tercer gobierno consecutivo y es posible que sea su último gobierno. Lo que se viene es todo menos inclusivo y progresivo.
En Estados Unidos la marea ha llegado y le cuesta a Hillary limpiarse de esos resultados. Ella fue secretaria de Estado para el gobierno de Obama, y como tal su plan de política exterior se ve echado al agua por la elección del pueblo británico. Su postura la debilita electoralmente, y aunque fuese presidenta eso no le alcanza para armar unos aliados confiables frente a una Rusia más agresiva que nunca y un panorama internacional más fragmentado. ¿Esto significa acaso el declive del imperio Americano?
VIEJOS CONTRA JOVENES. O PORQUE GANARON LOS DEL BREXIT.
El voto en Reino Unido es voluntario y a pesar de la extensa campaña en favor de la permanencia, la historia se las llevo el euroescepticismo (bandera enarbolada por la ultra derecha). Muchos identifican este resultado a una lucha generacional a dos visiones distintas. Los mayores de 50 años se fueron en masa por la salida de Europa, mientras los jóvenes preferían la permanencia. Cierto columnista de El País de España señaló apenas ayer la necesidad de que los mayores de 55 años no debiesen votar el destino de los más jóvenes, como era el caso de la población económicamente activa que se veía generacionalmente más afectada. Habría que decirle a ese columnista que el resultado de ayer hubiera sido distinto si las políticas de planificación familiar en Gran Bretaña no hubiesen reducido tanto la tasa de natalidad en los últimos 40 años, y así no tendríamos tan pocos jóvenes frente a tantos viejos pensionista amargados. Al final los viejos tocapelotas se salieron con la suya. ¡VIVA EL BREXIT!