Opinión

Bodas de Plata de la Feria de Libros Amazonas

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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La librería más grande de todo Latinoamérica cumple 25 años de creación: Los Libreros de Amazonas. Alguna vez, en 2003, Vargas Llosa lo bautizó como el “Paraíso de los libros”. Ubicada en lo que antes fue el cine incendiado “Cinelandia” (excine Novedades hasta 1932) y la explaza Viterbo, en una zona peligrosa y poco asequible al lado del río Rímac. Sin embargo, los libreros con arduo trabajo y dedicación lograron “domesticarla” y convertirla en un lugar sensible y vital para los estudiantes, escritores e intelectuales limeños y de quienes vienen de provincias en búsqueda de libros, textos raros o imposibles.

José Luis Robles Morales, presidente del Asociación Cámara Popular de Libreros de Amazonas, refiere que “Cuando llegamos a este lugar, la zona estaba roja, era una zona donde la delincuencia estaba rampante. Fue difícil para nosotros porque había escasez de ventas, pero ahora la situación económica ha mejorado y lo que necesitamos es unirnos para construir un centro comercial cultural”.

Todo empieza cuando en 1982, el exalcalde de Lima, Eduardo Orrego, reúne a cientos de vendedores de libros y los ubica en las cuadras 5, 6 y 7 de la avenida Grau (a donde acudía este escriba a comprar en costalillos y también a hacer trueque). Hasta que, en 1998, el elegido alcalde de Lima Alberto Andrade, en su afán de “ordenar la ciudad” sin un plan establecido, los desaloja junto a los libreros de La Colmena y Aviación (donde se alquilaban libros y revistas) y los traslada al terreno baldío llamado “Amazonas”.

Lo demás es historia de resiliencia y para celebrarlo han organizado un sinnúmero de actividades, incluido un Premio Nacional de Poesía y otro de Relato Corto con un jurado compuesto por reconocidos escritores del medio. Los ganadores fueron Eduardo Cristóbal Borjas Benites con “Manuscrito de Albúferas” y Alonso Cassalli Valdez con “El Gigante Alado”, respectivamente.

Habría que rescatar aparte del trabajo dirigencial y de cada librero, la labor que ejerce el ilustrado bibliotecario mexicano Sabino Mortem y el gran “Tito”: Luis Alberto Tito Huarcaya, responsables de la sala de Lectura, quienes día a día cuidan y se encargan de mantener en orden el espacio dedicado a los lectores que, por cierto, es gratuito. Asimismo, como los eventos literarios que ahí se realizan; por ejemplo, Los Jueves de poesía y narrativa de Rodolfo Moreno o los eventos de los sábados organizado por los escritores Christian Ramírez y Ángel Valeriano.

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