Por: Jorge Paredes Terry.
Con la fuerza de un pueblo indignado por promesas vacías, anunciarán un paro general indefinido para la primera semana de mayo si el Estado y las mineras no responden a sus demandas de justicia: carreteras, un hospital digno e inversión real en desarrollo.
Pataz, una de las provincias más ricas en oro del Perú, ha entregado miles de toneladas del preciado metal a las arcas nacionales y corporativas. Sin embargo, sus caminos son trochas mortales, su salud está en emergencia y su gente sobrevive con menos de un dólar al día. ¿Dónde está la reciprocidad? Mientras las mineras extraen fortunas, las comunidades carecen de agua potable, escuelas y centros de salud equipados. “Somos el ejemplo vivo de la maldición de los recursos: todo se lo llevan, nada nos dejan”, denuncian las rondas.
La delegación de Pataz no viene a pedir limosnas, sino a exigir derechos. Este jueves 20 de marzo, desde las 10 am sostendrán una conferencia de prensa en el Congreso de la República para exponer ante los medios y la opinión pública la crisis humanitaria que padecen. Acto seguido, se dirigirán a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para interpelar al gobierno: “Exigimos la implementación inmediata de las rondas campesinas como entes autónomos de seguridad y desarrollo, reconocidos por la Constitución”. Las rondas, históricas guardianas del orden y la justicia comunal, son ignoradas por un Estado ausente que prefiere militarizar antes que dialogar.
Al día siguiente, viernes 21 de marzo, la comisión se reunirá con representantes de las empresas mineras que operan en la zona. El mensaje será directo: “Si extraen nuestra riqueza, es hora de que inviertan en nuestra gente”. Exigen que el canon minero y los proyectos de desarrollo se ejecuten sin burocracia ni corrupción. “No más estudios de prefactibilidad que duran décadas. Queremos ver hospitales, no papeles”, advierten.
Si el Estado y las mineras insisten y hacen de oídos sordos, Pataz paralizará toda actividad desde la primera semana de mayo. El paro indefinido incluirá el cierre de vías, la suspensión de labores mineras, la movilización masiva en la plaza central de Tayabamba, capital provincial y capitales de distritos, aeródromos e instalaciones “No nos queda otra. Llevamos años enviando cartas, firmando actas y esperando. Ahora usaremos nuestra fuerza organizada”, declara un dirigente rondero.
La Consigna es Clara: ¡Nos dan desarrollo o se van de la Provincia!
Las demandas son precisas y no admiten más dilación:
1. Construcción inmediata de la carretera asfaltada de doble vía Chagual– Mamahuaje, una vía vital para conectar a la provincia con el resto del país y sacarla del aislamiento.
2. Hospital Provincial nivel 3 con especialidades y equipos de última generación, que acabe con la tragedia de ver morir a niños y ancianos por falta de atención.
3. Inversión del 50% del canon minero en proyectos productivos (agricultura, ganadería, turismo) para romper la dependencia de la minería.
¡El momento es ahora!!
Pataz no lucha solo. Su causa es la de miles de pueblos olvidados por un modelo económico que privilegia el extractivismo sobre la vida. Desde Cajamarca hasta Apurímac, desde Piura hasta Puno, las regiones mineras claman por lo mismo: “No queremos migajas, queremos desarrollo”. La llegada de los dirigentes a Lima es un llamado al país entero a sumarse a esta batalla por la dignidad.
La historia nos juzgará.
El gobierno tiene dos opciones: atender a Pataz con hechos concretos o enfrentar una escalada de conflictos que evidenciarán su incapacidad para garantizar justicia social. Las mineras, por su parte, deben entender que la licencia social no se compra con donaciones de escritorio: se gana respetando derechos.
¡Pataz no retrocederá! Su lucha es hoy el símbolo de un Perú profundo que se niega a morir en la pobreza mientras otros se enriquecen. Desde Lima hasta las alturas de La Libertad, su grito resuena: “SI NO HAY CARRETERAS, HOSPITALES Y DESARROLLO…NO SALDRÁ EL ORO ¡No hay otra negociación!”.
