Golpe por golpe. La bancada de Renovación Popular acaba de presentar un proyecto de ley para que el Estado peruano denuncie a la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) a la que se encuentra adscrita desde el 28 de julio de 1978.
El congresista Jorge Montoya, vocero de la bancada celeste, es el autor de la polémica iniciativa que ha entrado a la mesa de partes del Legislativo. En su escrito sostiene que su propuesta tiene como fin “salvaguardar la soberanía e independencia” del país en concordancia con el artículo 43 de la Constitución Política.
“Tras la aprobación respectiva en dos legislaturas en el Parlamento, la presidenta de la República, Dina Boluarte, debe remitir en un plazo de 30 días la denuncia contra la Convención Americana de Derechos Humanos. En caso no lo haga, entonces el Ejecutivo tendrá que entregar un informe que detalla las razones a su negativa”, se menciona en el proyecto.
Entre los argumentos del proyecto se menciona que la afiliación del Perú a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) “se realizó de manera incondicional, lo que significa que solo es posible desvincularse” denunciando la Convención Americana de Derechos Humanos.
“El paso de una fase a otra implica irreversibilidad. Por consiguiente, para acabar con la injerencia perniciosa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como de la corte, es necesaria la denuncia total”, agrega el documento.
En otra parte de los puntos de la iniciativa se lee que la propuesta para que el Perú se salga del sistema interamericano es “un hecho incontrastable la madurez institucional y democrática”. Y para ello se cita lo ocurrido con el autogolpe fallido del expresidente Pedro Castillo del 7 de diciembre del año pasado.
“EI Estado peruano no requiere ser tutelado jurisdiccionalmente por un órgano extranjero, supranacional, que no está sujeto a ningún tipo de controles funcionales y de calidad, sin posibilidades impugnatorias y de contradicción. Este tratado internacional y sus órganos derivados han devenido en un moderno colonialismo jurídico, sobre los países latinoamericanos, con efectos invasivos en el sistema de justicia y que afectan el derecho a la libre determinación de los pueblos”, menciona.
Adicionalmente, el congresista Montoya enfatiza que “el sistema interamericano de Derechos Humanos se encuentra en crisis y desgaste por sesgo ideológico”.
“Su defensa de los derechos fundamentales se ha desvirtuado y como órgano supranacional, ha sido capturado ideológicamente por ideas marxistas, habiéndose politizado profundamente, lo que ha desvirtuado su esencia de jurisdicción”, finaliza.