«Atacada», otro fiasco nacional

Ya se sabe que el infierno esta lleno de buenos sentimientos y buenas intenciones y, precisamente, es en el infierno del mal cine donde va a dar «Atacada», pese a sus toneladas de demagogia e impericia cinematográfica para tratar un tema serio que merece algo mucho mejor.

El «director» de la película, Aldo Miyashiro, muestra una flagrante incultura cinematográfica y, por el contrario deja adivinar que su cultura de la imagen es la de los productos baratos de la televisión.

Estoy casi seguro de que por afirmar esto algunas feministas desorientadas, que saben tan poco de cine como de feminismo liberador, van a alegar que quien critica la película se opone al combate contra la violación, lo cual sería una amalgama total porque, justamente, una película como «Atacada», con sus clichés, su copia de imágenes televisivas recontravistas, su hipócrita introducción de escenas de sexo «osadas» y de violencia extrema y gratuita, no contribuye en nada en la lucha por una causa justa.

«Atacada» es puro oportunismo, pura buena conciencia con intereses comerciales. Ya desde ahora, gente como Beto Ortiz (actor en el filme) ha descalificado e insultado a un crítico que ha osado decir cosas negativas sobre la «película» de Miyashiro.

En el Perú lo que se espera de un crítico de cine es que frente a una película nacional cierre los ojos y aplauda, más aún cuando el tema es la violencia contra la mujer.