Opinión

Atlas, de Antoine d’Agata (2013)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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Cualquiera ante cualquier crisis en cualquier momento o en varios puede preguntarse y probablemente sin obtener respuesta: ¿cómo llegué a esto? ¿Acaso uno sabe bien cómo llega a cualquier lugar que llegue? Me pregunto eso, cuando veo el estado en que se encuentran.

Haces lo posible por escapar y está bastante claro que no puedes escapar. O solo quieres hundirte (‘sea mi gozo en llanto’, ‘hicieron de su estrago un monumento’). Tal vez estuviste en la trampa desde el principio, o desde hacía mucho, y lo que ves ahora, cuando parece que no hay vuelta atrás, es solo una manifestación lógica de una serie de circunstancias ¿inevitables? O no lo sé.

Es muy fácil decir, ah, enfermos, locos, yonquis, prostitutas, perdidos, miserables, pobrecitos, etc., y aunque sea cierto la adjetivación convencional y moralista explica bien poco. Pero ellos reclaman humanidad, y este es el punto: creo que nuestros temas y problemas son los mismos, solo que, con menor intensidad y destructividad, nada más.

Me fascina esa noche negativa, esa ‘noche oscura del alma’, ese peso oscuro, denso y misterioso y anonadado y siniestro, esa marca indeleble que exhiben, como si hubieran sido escogidos por el destino. Por la mala suerte. Por la desgracia.

El lenguaje poético, místico, incluso hasta religioso, es adecuado, o eso parece, las confesiones en voz en off de las mujeres son (entre otras cosas) como lentas o vertiginosas plegarias a un dios desconocido o inexistente. En cuanto a las elecciones temáticas y estilísticas del director me gusta su versión / visión de un infierno posible tan poco maquillado. Y a la vez tan sugerente. Es algo atroz y atractivo.  

Por lo general, un poco de luz, mucha sombra, algo o bastante de opacidad y niebla, como zombis flotando dentro de sus cuerpos transidos. Animals strike curious poses (ahora cito a Prince, como antes a Sor Juana, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, en fin).

Miro a estas personas y en varios momentos siento que no están vivos, o en transición hacia no sé q cuáles dimensiones, es como si las voces en off miraran y comentaran desde el alma, desde fuera, al cuerpo, doblado, encogido, o con lo que les queda vivo se diría que quieren volver, desde ese lugar (visible e invisible) en el que se encuentran perdidos.  La (no)existencia, el sexo, la droga, el dolor y la muerte, parecen sinónimos aquí, estoy ante una película-límite, de lo que un ser humano puede experimentar. De veras, un acto entereza y valentía.

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https://m.ok.ru/video/8045916392178

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