El día de hoy ha tenido lugar el denominado “Encuentro iberoamericano Equidistante: miradas imperfectas 2020” nombre curioso, porque no se ha tratado de un encuentro de “miradas imperfectas” sino de “miradas desde la opacidad”, no por los expositores, que los hay destacadísimos y brillantes, sino porque el Ministerio de Cultura del Perú parece empecinado en cerrar las puertas a todo el que no forme parte de su entorno. Y sabemos cómo es de ineficaz, inoperante e incapaz de generar políticas culturales en diez años de existencia.
Ahora que estamos en el contexto de pandemia, muchas críticas se han formulado ante la falta de propuesta del Ministerio de Cultura. Desperdicia terriblemente la oportunidad de acercarse a los peruanos, que estamos recluidos pero no hemos dejado de pensar, de soñar, de crear, y que ahora más que nunca necesitaríamos de un Ministerio que nos acompañe con propuestas a través de las redes sociales.
Aquí, un buen gestor de políticas culturales, ya habría generado grandes debates entre los especialistas y ciudadanos interesados en varias de las ramas del frondoso árbol de la cultura. Pero seguimos teniendo ese olvidado y ya cancino link a un documento llamado “Políticas culturales al 2030”, del que se informa que se hizo en reuniones participativas, de las que nada se sabe, ni siquiera una simple lista de participantes.
Las oportunidades para generar mecanismos de inclusión en las redes sociales son muchas. La sociedad civil viene dando el ejemplo en diversos campos, desde los más sencillos cuentacuentos hasta reuniones internacionales de altísimo nivel.
Todo parecía indicar de que, por fin se había una señal de cambio. La Oficina de Dirección de Participación Ciudadana (DPAC) –órgano de línea de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultura del Ministerio (DGDP)– convocó al evento “Encuentro iberoamericano Equidistante: miradas imperfectas 2020”, con 13 profesionales iberomericanos. ¡Qué oportunidad grandiosa para que los peruanos conozcamos las corrientes de pensamiento de los expertos que están buscando respuestas a la grave crisis que el mundo entero atraviesa hoy en día! ¡Pues no! Los ciudadanos de fuera del entorno del MINCUL, no merecemos siquiera escuchar una reunión internacional que a muchos interesaría.
No está demás hacer notar al señor Ministro, que este es el estilo de trabajo que ha caracterizado a la Dirección General de Defensa, en los largos años que doña Leslie Urteaga estuvo en el timón. De hecho, la organizadora es Diana Aguirre Manrique, a cargo de la Dirección de Participación, donde es larga la fila de ciudadanos que se han sentido desatendidos.
Es decir que el Ministerio de Cultura, no sólo sigue actuando de espaldas a la sociedad, en el mundo real, que muchas veces se justificaba en la carencia de recursos, sino que en el mundo virtual tampoco entiende que es la gran oportunidad para comenzar a trabajar participativamente. Pero no, utilizando los recursos del Estado, anunciando por todos los medios el evento, y se realiza entre los 13 expertos y sin participación mayor alguna. Sabemos que tampoco se les ha dado oportunidad, ni siquiera a esos expertos, de formular reflexiones finales.
La cultura se construye participativamente. Y nuestro país necesita, más que nunca en su historia, de un sistema participativo, que nos permita reflexionar sobre lo que debemos hacer en lo inmediato, pero sobre todo que nos sirva para repensar nuestro futuro compartido, nuestro proyecto nacional de encuentro y diálogo, de activa diversidad intercultural.
Pero con un Ministerio de Cultura de espaldas a la sociedad, así no se hacen políticas culturales, señor Ministro.