Ayer al mediodía en las oficinas del Gobierno de Taiwán en Lima se celebró los 111 años de la fundación de la República de China (Taiwán). En la celebración estuvieron presentes congresistas de la República y otras autoridades nacionales, quienes acompañaron en esta fecha tan importante a la Sra. Francisca Yu-tsz Chang, Representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en el Perú.
Aquí reproducimos de manera completa, lo que fueron las palabras de la Sra. Francisca Yu-tsz Chang, con motivo de los 111 años de la fundación de República de China (Taiwán).
«Es para mí un gran placer compartir junto con todos los presentes la alegría de la celebración del DOBLE DIEZ, hoy 10 de octubre, una fecha gloriosa hace 111 años cuando nació la República de China, la primera nación repúblicana democrática de Asia, hoy asentada en Taiwán, un estado democrático y libre, con reconocido desarrollo económico e industrial, y su anhelo de contribuir al mundo.
En primer lugar, quiero expresar en nombre del pueblo y del gobierno de la República de China (Taiwán), y de mis connacionales y colegas en el Perú, a todos los distinguidos invitados presentes hoy, de los sectores del ejecutivo, legislativo, del cuerpo diplomático, académico, de los gremios y prensa prestigiosos, quienes son amigos de Taiwán aquí en el Perú del primer anillo, nuestra gratitud por vuestra placentera presencia para acompañarnos en esta fecha tan significativa.
Hace 111 años, nuestros próceres liderados por el Padre de la Patria, Dr. Sun Yat-sen, soñaban en construir un país libre, desarrollado, y con bienestar compartido en forma igualitaria para todos sus ciudadanos. Durante los 111 años, hombres y mujeres, sin diferencias de origen, trabajaron juntos por el progreso de la patria. Tengo el honor de decirles que los sueños del Dr. Sun, Yat-sen han sido realizados hoy en Taiwán.
El éxito de la República de China en Taiwán es el resultado de la práctica firme de la democracia con buena gobernanza y transparencia como connotación. El pueblo de Taiwán disfruta de altos niveles de libertad, pluralismo, igualdad y derechos humanos; su sociedad es próspera, estable, segura, y con el mejor sistema mundial de atención médica. Todos los taiwaneses pueden estar tranquilos en su tierra, porque tienen la certeza de que sus derechos tanto humanos como civiles, están siempre protegidos y garantizados. Su pasaporte de Taiwán les da el libre acceso sin visado a 145 países y territorios del mundo, incluyendo los Estados Unidos de América, Japón y toda la Unión Europea, entre otros. No existe discriminación ni desigualdad en la sociedad taiwanesa. Es nuestro orgullo poder vivir felices en Taiwán.
En este último año de nuestra vida republicana, han surgido acontecimientos sin precedentes para Taiwán. A pesar de la pandemia del Covid-19, las conmociones económicas mundiales y las amenazas militares, Taiwán pudo enfrentarlos con calma y reaccionar rápida, hasta lograr un crecimiento económico de 6,57 %, un récord en 11 años, fortaleciendo continuamente su resiliencia económica. Es indispensable mencionar los firmes respaldos de sus países aliados, así como de las naciones de ideales comunes, que nos acompañan con paso firme hacia un mundo mejor.
En 2021, el volumen total de importaciones y exportaciones de Taiwán alcanzó los 828 mil millones de dólares estadounidenses, este logro ubica a la República de China (Taiwán), un país de 36,000 kilómetros cuadrados y 23 millones de habitantes, como el decimosexto (16°) país comercial más grande del mundo. Entre ellos, su industria de semiconductores desempeña un papel clave en el mundo con una ocupación notable de 65% del mercado global.
Hoy, además de poder gozar de estos frutos del desarrollo, los taiwaneses, que tienen fama de ser honestos, pacíficos y disciplinados, están siempre dispuestos a ayudar a los otros y a materializar más contribuciones a la comunidad internacional.
“Taiwan Can Help” (Taiwán puede ayudar) es nuestro lema. Sacos de arroz, cajas de medicinas, equipos de cómputo, impresos de “Taiwan Can Help”, se mueven en los lugares más remotos y de necesidades urgentes de Asia, África, Medio Oriente, Europa (como Ucrania), el Caribe y Latinoamérica, especialmente en el Perú. Gracias al asesoramiento de los amigos políticos, del prestigioso grupo de prensa y de fundaciones benéficas de este noble país, algunos de ellos están aquí con nosotros, hemos podido hacer llegar la ayuda de Taiwán a los lugares y familias más vulnerables. Se encuentra asistencia solidaria de Taiwán en la mayoría de los departamentos del Perú, y estamos esforzándonos aún más para una mayor contribución al desarrollo y el bienestar de este pueblo hermano a nuestro alcance.
En el mundo de hoy, nadie puede vivir aislado. En la parte de la relación económica con el Perú, hemos intensificado los intercambios bajo los marcos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El volumen del comercio bilateral ha aumentado un 50% durante el año pasado. En muchas instituciones tanto privadas como públicas peruanas, se encuentran computadoras y equipos de alta tecnología que provienen de fabricación taiwanesa. En las fábricas de productos plásticos en Lurín, se hallan máquinas importadas de Taiwán. Los arándanos, uvas y espárragos peruanos de alta calidad siempre atraen la atención de los consumidores taiwaneses en los supermercados de categoría en Taiwán.
Es oportuno resaltar la pena que estos acuerdos económicos no implican la reducción de aranceles, lo cual limita a los sectores productivos del Perú a conseguir un mayor beneficio en los intercambios comerciales. En caso de que Taiwán pueda adherirse lo antes posible al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, en sus siglas en inglés), en que Perú siendo uno de sus 11 países fundadores, las exquisitas uvas peruanas no tendrían que pagar un 20% de arancel, y los agricultores de arándanos podrían obtener un 7.5% más del beneficio en sus ventas al mercado taiwanés. Se espera contar con el respaldo del Perú a Taiwán en su adhesión al CPTPP para el desarrollo y bienestar de ambas naciones.
Me alegro de informar que el destino de la primera delegación empresarial organizada por el gobierno de Taiwán, después de su apertura fronteriza pautada para el 13 de octubre, es Perú, que llegará el próximo día 18 del mes en curso, buscando nuevos horizontes para sus capitales. Lo que muestra la voluntad de Taiwán de hacer mayor contribución a la reactivación económica del Perú en esta época de postpandemia.
El contacto construye confianza. Taiwán puede hacer más contribuciones al desarrollo del Perú y estamos siempre en la mejor disposición para realizarlo. Invito a todos, peruanos y taiwaneses, a tenderse los brazos mutuamente. En la era de la Industria 4.0, las fronteras políticas disminuyen. Y abrirse al mundo es el mejor socio de todos nosotros para el desarrollo.
Por último, me gustaría compartir una anécdota con todos mis amigos aquí presentes, manifestando mi respeto y aprecio al noble pueblo peruano por su solidaridad a Taiwán en el momento de las amenazas militares de agosto pasado. Un joven de nombre OMAR MATEO me escribió el 19 de agosto expresándome su cariño y apoyo a Taiwán, así como su disposición de ir a Taiwán a alistarse en el ejército para defender mi país. ¡Qué conducta de nobleza! Nunca nos sentimos solos estando con Perú.
Hago propicia la ocasión para manifestar mis mejores deseos por la prosperidad de la República del Perú y la República de China (Taiwán), por la amistad entre nuestros pueblos, así como por la salud y ventura personal de todos los que nos acompañan. Muchas Gracias! «.