Alejandro “Jano” Gonzales Ramírez (64 años) fue hallado muerto el pasado viernes en una casa ubicada en la playa Los Pulpos que sería de su propiedad, en el límite de Lurín con Punta Hermosa.
En el año 1993, la Policía arrestó a ‘Jano’, acusado de haber planeado los crímenes a balazos del gigoló miraflorino Fernando de Romaña Azalde, ‘Calígula’, y su amigo Julio Domínguez Barsallo, ‘Chato’. A ese grupo de marginales cuya banda criminal era conocida como: “Los Pitucos de Miraflores” y/o “El clan Calígula”, también se unió el joven acomodado y presidiario Luis Mannarelli Rachitoff, ‘Loco Mannarelli’.
A fines de los 80 y comienzos de los 90, ‘Calígula’, el ‘Chato’ Domínguez y el ‘Loco’ Mannarelli eran los reyes de las discotecas de Miraflores, el sur y según versiones de la Policía, vendían cocaína a los jóvenes solventes de las playas del sur, donde abundaban las chicas más lindas. En ese tiempo, los acusaron de filmar a jovencitas adineradas y a mujeres casadas, con las que tenían sexo para luego extorsionarlas, amenazándolas con entregar las imágenes de los videos a sus padres o esposos.
Los jóvenes criminales en aquel tiempo chocaron con gente de mucha influencia económica. También entrenaban en gimnasios, y practicaban artes marciales, y se movilizaban en costosas y modernas motos.
Sin embargo, el 13 de febrero de 1992 ‘Calígula’ y el ‘Chato’ Domínguez, fueron acribillados en un paraje del kilómetro 17 de la carretera a Cieneguilla.
Tenían muchos enemigos y también eran extorsionados por efectivos de la Policía. Al principio, se habló de un ajuste de cuentas del narcotráfico, pero también se habló de la venganza de algún marido engañado, o la justicia tomada por propia mano de un alto oficial en defensa de su hija ultrajada.
La Policía sospechó que Mannarelli y Horacio Puccio ‘cercaron’ a sus amigos y, semanas después, se ordenó la captura del primero, tras comprobar sus numerosas salidas del país, lo que reforzaba la hipótesis del narcotráfico. Años después, su compañero Puccio estuvo a punto de partir en un avión a Europa, pero, de forma imprudente bebió una Coca-Cola antes de despegar y debido al gas de la bebida se reventó una de las bolsas de cocaína que llevaba en el estómago y el burrier murió en pocos minutos.
En 1993, Mannarelli fue recluido en el penal de Lurigancho. Él como deportista estaba con buen estado físico y se hizo popular en el recinto carcelario, a tal punto que se hizo respetar, e incluso pudo entrenar al exboxeador Mario Broncano, quien hizo una pelea internacional en la misma prisión.
Entonces, ‘Jano’ también estuvo preso, porque fue acusado de haber planificado los crímenes de ‘Calígula’ y del ‘Chato’ Domínguez.
La división de Investigación de Homicidios de la Dirincri guarda reserva de las diligencias para el esclarecimiento de crimen de “Jano” quien también decía que era sobrino de un exministro del Interior.
“Jano” fue hallado acuchillado presuntamente por un ajuste de cuentas, según una fuente de investigación criminal.
Su cadáver fue internado en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que determinó que había sufrido laceración de hígado, colon traverso y estomago por dos heridas punzocortantes penetrantes en la región abdominal.