A pesar de verse menos protestas en las calles en medios, los artistas y jóvenes manifiestan el malestar por la represión y la falta de libertad de expresión y participación política en Tailandia.
Las agencias de noticias han pasado de Tailandia a las manifestaciones en Myanmar, pero el conflicto y la lucha para reducir el poder real y militar en Tailandia sigue. Los artistas reflejan a través de sus obras de arte a un movimiento social que no cesa. Los medios internacionales han señalado la creatividad que la juventud tailandesa ha mostrado para apropiarse de símbolos populares —como tres dedos elevados de Juegos del hambre, vestir disfraces de Harry Potter para referirse al innombrable (rey) o patitos de goma inflables y paraguas— para criticar al gobierno de Tailandia y resistir a los operativos policiales. Pero sostener las propuestas y resistir en el tiempo para implementar los mecanismos de democratización y garantizar los derechos fundamentales en el contexto actual es una tarea compleja. Seepuan (Jump) Tassakorn, un artista de performance radicado en Chiang Mai, Tailandia, nos da su perspectiva.
Sr. Tassakorn, ¿cuántos años tiene, qué tipo de arte practica y cómo se involucró en las protestas?
Tassakorn: Soy un artista de 27 años que se graduó de la Universidad de Silpakorn, con especialización en drama. Siempre he estado rodeado de teatro y actuación. Después de terminar la formación me he interesado por la sociología, la lingüística y la política, cuestionando siempre a la sociedad sobre temas radicales a través de mi práctica artística durante casi 10 años. Ahora, estoy practicando y explorando el arte en el campo de la multidisciplinariedad. Este año fui seleccionado además por el SEAD, un programa de colaboración entre Mekong Cultural Hub y el British Council, para crear una escultura interactiva llamada «LEVERAGE» como artista en ejercicio de Tailandia.
Como antes, siempre me ha interesado la sociología y también creo firmemente que la contribución del arte tiene el poder de cambiar en algo el mundo, el Lanyim Theatre, la compañía de arte de Chiang Mai, me invitó a unirme a las protestas, por lo que me convertí en un artista de performance resistencia en el Thapae Gate, Chiang Mai desde agosto del 2020. Para mis obras de arte en protesta, elegí numerosos materiales para ampliar la conciencia social, motivar a la gente a pensar, entre éstos insignias, pistolas de juguete, hilo rojo, comida local en vaso de plástico, palos chi-chi, antorcha, etc. como se puede apreciar en mis fotos de actuación en redes sociales, especialmente mi obra sobresaliente, con traje de vestir negro con venda de amatrelladoras de militar.
La música, las bellas artes y las artes escénicas han acompañado las protestas en Tailandia desde el principio. Algunos se convirtieron en éxitos, como Rap Against Dictatorship, y en noticias mundiales. ¿Qué canciones, imágenes, dichos y chistes circulan actualmente sobre la lucha contra la realeza y la militarización de la sociedad?
Tassakorn: Creo que las parodias de los símbolos sagrados de los militares y la realeza ganan popularidad ahora -antes algo inimaginable-, como se puede ver en las redes sociales. La constitución con una impresión de uniforme militar, el monumento de la victoria rodeado de soldados que hieren la estatua de un manifestante, o el Arco Real Conmemorativo que está roto o en llamas, etc. Estos ejemplos de imágenes han estado circulando en línea y se han compartido rápidamente. Personalmente, creo que es útil para activar a otras personas en las redes sociales y también para difundir más conciencia en todo el mundo. Además, en este momento, no podemos negar el impacto que tiene en todo el país la forma en que las superestrellas o cantantes hacen llamados, como Ammy The Bottom Blues, que ha quemado el marco de la foto del Rey y que ahora está presa. Este movimiento reitera nuestro objetivo común. Además, será más efectivo si hay más celebridades o influencers que se representan a sí mismos, manifiestan su punto de vista y generen una reacción entre su público, al igual que los artistas de la resistencia y quienes participan en las manifestaciones.
Actualmente está en juego la legitimidad del gobierno tailandés. ¿Qué imágenes, consignas o carteles te parecen importantes ahora para recordar a las personas sus objetivos comunes?
Tassakorn: Hay numerosas imágenes y carteles que todo el mundo usa como símbolo en una protesta. Tenemos objetivos comunes, por lo que se aceptan muchos tipos de métodos y dispositivos. Pero si realmente quieres que elija algunos de ellos, podrían ser cualquier cosa que haga referencia a democracia, por ejemplo, el Monumento a la Constitución, la balanza de la justicia en la corte. Esto es para recordarnos que necesitamos un sistema judicial para gobernar el país. Necesitamos una constitución legítima que se inicie con nuestras voces, no con las Fuerzas Armadas. No necesitamos ningún golpe, ni tampoco un poder arbitrario utilizado por líderes de élite, por lo tanto, la constitución debe ser redactada según los intereses de todas las personas que viven en el país. Y el Monumento a la Constitución puede ser uno de los recordatorios más concreto de ello.
¿Encuentras inspiración en la forma en que los más jóvenes, como los estudiantes de secundaria, se rebelan no solo contra las instituciones, sino también contra los miedos de sus padres?
Tassakorn: Personalmente, creo que los humanos no nacen enjaulados. Requerimos del 100% de libertad. Debido a las normas sociales, se crean reglas vivas. Como consecuencia, si esas reglas se establecieron creencias entre los ancianos, poco razonables hoy. Los más jóvenes definitivamente las cuestionarán, exigirán respuestas y se resistirán gradualmente. Descubrí que estos movimientos tenían más impacto en mí y en los artistas en Tailandia, así como en todo el mundo. Esto da mucha energía para crear obras más inteligentes para compartir lo que nos rodea. Hace unos años era tabú mencionar instituciones de manera crítica. Afortunadamente, hoy en día se puede discutir públicamente y siento que ha transitado el poder de la autoridad de arriba hacia abajo, por eso todos, en especial los más jóvenes, se rebelan contra cualquier tipo de dictadura, desde las instituciones monárquicas hasta mediante negociación en medio del núcleo familiar. Además, para mi práctica y obras de arte, ya no necesito utilizar ningún elemento artístico rebuscado para comunicar mi mensaje, puedo articularme con franqueza y de manera directa.
Las instituciones de arte, las galerías y los marchantes de arte se enfrentan ahora a tiempos difíciles, no solo por la pandemia, sino por la incertidumbre económica y la presión política. Pero los tiempos de rebelión son a menudo un período fructífero que permite realizar obras de arte excepcionales. ¿Cómo percibe que los curadores están atravesando esta situación?
Tassakorn: Estas situaciones desafiantes para el sector del arte son particulares. Porque el arte tiene su propio carácter, progresivo y opresivo. Cuanto más este gobierno intenta restringir la libertad de expresión, más artistas intentan combatir tal represión. Por eso, creo que todas las personas que están en instituciones de arte, galerías y marchantes de arte, están entusiasmadas y no toman este tiempo como un obstáculo para dedicarse a su trabajo. Por el contrario, esto los motiva a trabajar con intensidad y a enfrentarse ellos mismos a otras dificultades. Una cosa en la que creo, y en la que todos los artistas están de acuerdo, es en la necesidad de una revolución en la política. Si el sistema político mejora para bien, también se aliviarán otros problemas de la vida, como la incertidumbre económica.
¿Qué tipo de oportunidades encuentras para ti personalmente en este contexto?
¿Qué estrategias consideras factibles, como artista, en las circunstancias actuales?
Tassakorn: Todavía hay oportunidades para las personas que lo deseen, depende de qué tipo. Si hablamos de becas para artistas en el país, estoy de acuerdo en que en Tailandia hay menos apoyo por parte del gobierno, las instituciones del arte y la cancillería. Normalmente, los artistas tailandeses reciben subvenciones del extranjero. Será efectivo si podemos solicitar algún presupuesto o algún tipo de apoyo a nuestros propios líderes. Yo por mi parte, desde que me uní a la protesta, tango acceso a oportunidades de pronto. Yo estaba sentado y tomando café por la mañana y por la tarde puedo recibir un presupuesto de un anónimo amigo para crear una obra de arte. Además también envié una propuesta a la Organización del Sudeste Asiático y fui seleccionado para crear trabajos relacionados con la desigualdad. Así, finalmente puedo realizar mi trabajo LEVERAGE entre los días 19 y 20 de marzo en el Unidentified Theatre de Nan. Estas secuencias cronológicas vinieron después de que mostré mi actitud y mi punto de vista hacia la protesta. Además, me siento reconocido en mi quehacer y estoy entusiasmado por hacer el próximo proyecto que cuenta con el apoyo de todos en este país. Una cosa más: mi estrategia es difundir conciencia en todo el mundo y buscar un espacio seguro para que partes opuestas se reúnan, se sientan y hablen de manera civilizada. Los próximos 10 años servirán para adentrarme en lo constituye esta construcción de la dictadura y recurrir al arte para resolver gradualmente conflictos y problemas profundamente arraigados. Como dije, creo que el arte puede provocar un cambio en la sociedad, aunque será una revolución la que va a suceder y cambiar el escenario de Tailandia. Los descendientes de la dictadura o sus remanentes aún permanecen y requiere mucho más que el arte para desafiarlos y lidiar con ellos.
¿Puede señalar diferencias entre los artistas involucrados en las protestas entre Chiang Mai y Bangkok?
Tassakorn: Participé en protestas solo en Chiang Mai, pero también seguí las noticias de Bangkok porque mis amigos fueron allí. Aunque los manifestantes tailandeses ya tenían un consenso, hay diferencias. La primera es la fuerza colectiva, encontré que en Bangkok es más fuerte y más poderoso que Chiang Mai, esto debido a la centralización del poder, la gente generalmente solía ir a la capital para reclamar su derecho y presentar demandas, en lugar de hacer manifestaciones en los suburbios. La segunda que encontré es que la protesta en Chiang Mai es más vivaz que en Bangkok, y los artistas tienen más libertad para hacer lo que quieren. Esto probablemente se debe a las características de la ciudad, lo que lleva a la gente a pensar desde la propia ubicación y no preocuparse por plantear problemas partiendo de una corriente principal. Además, debido a que algunos líderes de la protesta son estudiantes de la Universidad de Chiang Mai, no solo luchan contra el gobierno o las instituciones de la monarquía, sino también contra los institutos universitarios, el decano y las juntas administrativas. Sin embargo, ambas protestas en Bangkok y Chiang Mai todavía tienen una similitud en su conexiones entre frentes. Están en continuo intercambio, algunos son activistas experimentados, algunos son principiantes. Todos somos iguales, tenemos nuestros objetivos comunes, luchamos por lo que queremos a nuestra manera individual.
¡Gracias Sr. Tassakorn! Los movimientos sociales y las artes en Tailandia permanecerán vinculados y los canales de redes sociales de instituciones y artistas serán una forma de conectarse.