Cultura

Artista Diego Bejar denuncia presunta estafa y agresión en exposición “Maravillarte” del Ministerio de Cultura

Artista retiró su obra de la exposición del Ministerio de Cultura porque la encontró en una pared llena de agujeros y junto a un extintor con tubos de luz y un letrero. Además viene denunciando una presunta estafa y agresión. También compartimos la respuesta de la organización.

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Lo que debió ser un concurso y exposición que albergue y difunda el trabajo de los artistas que postularon a Maravillarte 2023, se convirtió en el epicentro de una nueva polémica en el circuito cultural. La denuncia del artista Diego Bejar Luksic comenzó a recorrer las redes sociales evidenciando las carencias de una muestra de arte que se realiza con graves errores en las instalaciones del Ministerio de Cultura.

La muestra Maravillarte es organizada por la Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano (AFAP), y es liderada por Sandra Mavila, fundadora y directora. Dentro de AFAP también aparece Pedro Pablo Alayza como asesor honorario, y Antonio Zegarra Ávila como curador. Esta asociación por segundo año consecutivo contó con el apoyo del Ministerio de Cultura para realizar el mencionado concurso y exposición en la sede central del MINCUL.

Página web de AFAP.

En el video publicado por el artista Diego Bejar, quien postuló para ser parte de la muestra colectiva de Maravillarte, se observa claramente la paupérrima curaduría en uno de los salones de la exposición. Esto motivó que Bejar Luksic decidiera retirar su obra que formaba parte de la exposición colectiva en el Ministerio de Cultura.

Es así que el sábado 20 pasado, Diego Bejar llegó junto a la artista Nataly Salazar (enoramorada) hasta el MINCUL con la finalidad de desmontar su cuadro que se encontraba junto a un extintor y en una pared llena de agujeros, tubos de luz y una letrero. Para el artista la mala curaduría y museografía representa una falta de respeto. En medio de los reclamos e intercambios de palabras con la organizadora Sandra Mavila; Diego Bejar y Nataly Salazar denunciaron una presunta agresión por parte del señor Fernando Nakaya (pareja de Sandra Mávila).

Obra de Diego Bejar junto a un extintor, tubo de luz y letrero de “Exit”.

Lo sorprendente es que hasta hoy, la ministra de Cultura Leslie Urteaga no se ha pronunciado sobre el caso y tampoco desde el MINCUL se han comunicado con el artista que señala que se ha sentido estafado y agredido. Lo concreto es que por un grave error en la curaduría, Maravillarte termina convirtiéndose en un evento decepcionante.

Además, a la organizadora se la cuestiona por exponer sus obras dentro de la muestra Maravillarte sin haber postulado. Es decir, Sandra Mávila, utiliza la exposición que organiza para promover su propio trabajo. Un accionar antiético que en los últimos años algunos personajes han tratado de normalizar.

Para conocer mejor de lo que pasó en las instalaciones del Ministerio de Cultura, nos comunicamos con el artista Diego Bejar Luksic, quien nos contó detalles de su decisión y de lo sucedido en la discusión con la organizadora. De la misma manera, también conversamos con Sandra Mavila, quien nos dio su versión de los hechos.

Aquí la entrevista con Diego Bejar:

Diego, lo que veo es que te has quedado sorprendido por la manera en que terminó siendo expuesta tu obra y la obra de los otros artistas. En ese sentido ¿por qué tomaste la decisión de retirar tu cuadro de la exposición?

Tomé esa decisión porque soy un artista profesional de pintura, licenciado de la Universidad Católica, estoy llevando una maestría de curaduría de Historia del Arte. Respecto al retiro de mis obras me percaté que la exposición no guardaba un espacio prudente entre los cuadros para que se puedan apreciar de una manera más óptima; y por otro lado, el hecho de los QR era uno de los motivos principales para que se pueda difundir el arte de los artistas de provincia; y otro de los motivos fue el hecho de no tener la capacidad de poder brindar un espacio adecuado para la muestra de las obras, por ejemplo, las paredes son de cemento o solo se pintaron de blanco, sin embargo están llenas de huecos. No han cubierto las cajas de luz ni los tubos de aluminio, los cuales se encontraban entre los cuadros, sumado a ello los extintores que también se encontraban entre las muestras de pintura, especialmente al costado de mi obra. Mi cuadro terminó en una esquina, al costado de un extintor rojo y un anuncio que decía “Exit”.

Entonces, la organización ni el Ministerio de Cultura han sabido elegir el espacio. Aparte de eso claramente se observa una curaduría deficiente

Lo que yo reclamo es que no hubo un disclaim museográfico profesional, y lo que me dijo la señora Sandra Mavila es que todo lo hizo con su propia plata, sin embargo, en la primera página del catalogo aparece la marca Dinners Club. Atiborra los cuadros, no coloca los QR, y cuando yo le pido una explicación me contestó que las señoras de limpieza al ver los QR en el piso los habían barrido. Cuando fui a dejar mis obra, ella me dijo que las obras se encontraban listas para ser instaladas; es más, mencionó que el curador Zegarra, ya había curado las obras.

Obras atiborradas sin criterio curatorial.

¿Qué pasó luego de eso?

El día de la inauguración, en la tercera sala, iban a dar la premiación a los primeros puestos, y justo en el medio de la sala, donde es muy visible para todos los que acudieron, se encontraba un cubo acrílico con la obra de la señora Sandra Mavila, y al costado de esa obra estaba el único QR que se salvó. Ese QR te llevaba a una tienda virtual de la organizadora.

¿Y el 20 de mayo que retiraste tu obra pudiste conversar con algún representante del Ministerio de Cultura?

En realidad, con los únicos que pude conversar fue con la señora Sandra Mavila y con su pareja Fernando Nakaya, el cual es su asesor legal.

¿Qué sucedió exactamente con el señor Fernando Nakaya?

Hubo una agresión de parte de la pareja de la señora Mavila, quien, al ver que yo me encontraba con mi enamorada Nataly Salazar desmontando mi cuadro, intentó arrancar de manera violenta la placa de la ficha técnica de mi obra, pero mi enamorada le ganó el movimiento, siendo ella quien se encargó de retirar la placa pero de manera cuidadosa. Entonces, en ese ademán de querer retirar la placa, se dio un roce entre Fernando y mi enamorada, luego de ello el tipo empezó a gritar como si lo hubiese atropellado un camión, vociferando “agarren a la chiquitita”, en clara alusión a mi enamorada. Yo que en ese momento me encontraba en la sala contigua me percato del incidente por los gritos, voy y le encaro por la falta de respeto hacia mi pareja. Todo eso lo vio un señor de seguridad y él mismo le dijo al señor Nakaya que no le falte el respeto a Nataly.

¿Qué pasó después?

Luego se aparece la señora Mavila, sosteniendo que toda la exposición era ad honorem, pero en su catálogo en la primera página aparece la publicidad de Dinners Club, y muy aparte de eso, ella también cobra una comisión por cada cuadro expuesto. Lo que a mí me sorprende es que hasta ahora no se haya acercado ni un funcionario del Ministerio de Cultura para dar solución, porque el evento se realizó dentro de sus instalaciones. Ni un funcionario me ha llamado y tampoco he tratado de comunicarme con ellos porque no sabemos como realizar la denuncia y que llegue a las cabezas de esa institución.

¿Cuántos artistas fueron a exponer?

Ahí hubo otro problema porque metieron a más de 300 artistas, y también le reclamé eso porque la museografía no aguantaba a tantos, a lo que ella me contestó que lo hacía para dar cabida a todos los artistas, sin embargo, en el día de la inauguración no había ni un QR a excepción del que había en la obra de Sandra Mávila.

En el video que publicaste, mencionas que te sientes estafado por el Ministerio de Cultura.

Sí, porque es un concurso nacional de pintura y debería tener cierto nivel de curaduría y de profesionalismo. Deberían de contratar a la gente idónea y también deberían de darle el correcto seguimiento a la puesta. Cómo vas a poner cuadros en un edificio brutalista.

¿Para ti esta exposición fue realizada al caballazo?

Exacto, al ‘caballazo’, y echándoles la culpa a las señoras de limpieza por la pérdida de los QR. Yo no le creo esa versión.

¿Qué le pedirías a la ministra de Cultura Leslie Urteaga?

Que en el Perú hay personas calificadas para poder generar una muestra nacional de arte, que no humille al artista, que verdaderamente difunda su obra, y que dos personas no lucren con un concurso nacional y con Marca Perú. Ella, sin participar en el concurso, terminó exponiendo su obra y justo en el día de la premiación.

Parte de la exposición de Maravillarte en el MINCUL.

Luego de conversar con Diego Bejar, también nos comunicamos telefónicamente con la organizadora Sandra Mavila. Aquí su descargo sobre lo sucedido en el Ministerio de Cultura.

Sandra Mávila.

El espacio no se prestaba para ese tipo de exposiciones, ¿faltó una persona para que haga la curaduría?

Si hubo curaduría y estuvo a cargo del curador Antonio Zegarra, y también se encontraba una persona del Ministerio de Cultura. Es verdad que hubo un espacio, sobre todo en el tercer piso, donde las obras se pusieron muy juntas. Esa critica la aceptamos, pero tendrías que saber primero qué es Maravillarte, qué brindamos. Se ha hecho un concurso a nivel nacional y esta es nuestra segunda edición; más de 600 participantes se llegaron a inscribir y nosotros seleccionamos a 300, tal como el año pasado. Este año nosotros solicitamos otro piso más porque el año pasado también tuvimos ese problema y por querer darle oportunidad a más artistas nos quedó chico ese lugar. Si bien este año convocamos a menos artistas a la exposición, también convocamos a consagrados como Gerardo Chávez, Ramiro Llona o por ejemplo, el maestro José Coronado.

¿Quién organiza Maravillarte?

Lo organiza la AFAP, Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano, de la cual yo la dirijo. Nosotros hacemos casi el 100% de la organización y tenemos un convenio con el Ministerio de Cultura para poder usar sus instalaciones. En este convenio de apoyo hay claro un poco de marketing que sale del propio ministerio, pero todos los recursos los financiamos nosotros. El Ministerio de Cultura no nos da ni un sol. Yo soy la que pago los sueldos y tengo que buscarme un recurso para poder premiar con seis mil soles cada categoría.

¿Esas obras que se exponen se encuentran a la venta?

Por supuesto, eso es lo que buscamos.

¿De esa venta ustedes se quedan con un porcentaje?

Nosotros firmamos un contrato con el artista donde indica que el precio del cuadro que quieren poner a la venta le tienen que sumar un 10%, ese 10% es lo que nos corresponde. Sin embargo, hay casos en donde el potencial comprador esta interesado en contactarse con el artista, ya sea para pedirle una rebaja o para que le elabore otra obra, en esa gestión yo no intervengo para nada.

Sandra Mávila en la premiación de Maravillarte.

¿Qué sucedió con los QR que se iban a colocar al costado de las obras?

Eso fue en caso de algo más de 10 o 15 QR que se perdieron. Esa idea yo les sugerí a los artistas porque ya se han dado casos en que me piden más datos de ellos, como su número de contacto o su página web o de Instagram; eso era para que tenga un contacto directo con el mismo creador. Nosotros hemos tratado de mantener los QR siempre al costado de la obra, pero cuando ya se colgaron los cuadros algunos de esos QR quedaron en el piso, debajo de la obra, más o menos uno o dos días antes de la inauguración. Ya cuando quisimos colocar los QR en las obras nos percatamos que no estaban. Haciendo las indagaciones a los de seguridad empezamos a preguntar si tal vez el personal de seguridad los recogió pensando que era basura. Ahora, no sé si Diego (Bejar) trajo ese día su QR porque cuando vino acá estaba gritando; no se podía hablar con él.

Diego me comentó que su novia Nataly Salazar que también es artista, fue agredida por el señor Fernando Nakaya, que es tu pareja.

Esas son versiones. En ningún momento se ha agredido a alguien, al contrario, ellos vinieron con la cámara prendida, esa señorita era la que más se ponía a filmarme, diciendo que era medallista, que la habíamos ofendido, y cuando intentaba hablar con ellos seguían gritando que los habíamos tratado mal por poner su obra al costado de un extintor. Nosotros cuando clasificamos a los exponentes lo hacemos por porcentajes, es decir, hay medallistas, hay maestros, y también hay personas nuevas, autodidactas. Los artistas presentan dos formularios, uno con el nombre de la obra y su seudónimo, y otro donde sí se muestra la información completa pero eso lo vemos mucho después.

Entonces, en un principio nosotros, vemos el primer formulario. Por ejemplo, hay un cuadro calificado con “Mención honrosa” ubicado al costado de una escalera, así que probablemente el curador lo colocó ahí por una cuestión de espacios, así como el caso de la obra de Diego, que no era muy grande.

Respecto a mi pareja que es Fernando Nakaya, al ver que tanto Diego como su enamorada no paraban de gritar, se acercó hacia ellos para decirles solamente: “yo creo que todo tiene un límite”, a lo que Diego le contesta: “¿me estás amenazando? Si quieres nos agarramos afuera”.

Yo entiendo la molestia de Diego, pero el detalle es que ellos no dejaban de gritar sin que yo pueda responderles. Por último, ellos podían gritar todo lo que querían porque me parece democrático y están en todo su derecho. En un momento le digo a Diego si lo que realmente le molestaba era la ubicación de su obra y si deseaba que la recoloque en una pared escogida para los maestros, pero él igual no entraba en razones. Entonces, le digo que él había venido con una sola intención, porque nada le parecía conforme, es por eso que terminó llevándose su cuadro. Ahora, tú sabrás que en cada piso del edificio no es que haya un solo extintor sino varios, así que era inevitable que en algún momento se choque con uno de ellos, eso sumado al estilo brutalista de las paredes, las cuales de por sí ya tienen varios huecos y enchufes.

Sede central del Ministerio de Cultura

¿No crees que este tipo de espacios no es adecuado para esta exposición? Así como Diego, otros artistas también pueden llegar a sentirse ofendidos.

Acepto que el montaje está algo apretado, ahora no toda. Las luces del ministerio no me ayudan, el mismo lugar en sí, estamos hablando del ex Museo de la Nación.

Si se trataba de un concurso nacional ¿por qué una de tus obras se encuentra en la exposición?

Esa escultura ha sido creada para recaudar fondos para la AFAP. Solamente nosotros tenemos un solo auspiciador, el cual es Dinners Club, y por supuesto que esto es una tienda porque vendemos los cuadros y ese dinero va para los artistas.

¿No te parece que al colocar tu obra en esta exposición que organizas despierta suspicacias antiéticas?

Tengo que hacer un montón de cosas como pagar el camión para que recoja determinada obra, pagar al personal, al curador, gestionar permisos, hacer trámites, etc. y todo eso para el beneficio de los artistas no tan conocidos. Yo quisiera recaudar la mayor cantidad de fondos y eso por eso que está “La destapada”. A mí me da mucha pena lo de Diego, y si él me hubiera dado la oportunidad en ese momento, le hubiera pedido disculpas si se sintió ofendido por estar al lado de un extintor; lo entiendo perfectamente. Ahora, lo que para uno es una ofensa, créeme que para otro es una oportunidad; eso es muy relativo. Que malinterpreten el tema de mi obra “La destapada” me da mucha pena, porque yo tengo que buscarme los recursos para pagar a toda la gente que está detrás del concurso.

“La destapada” obra de la organizadora Sandra Mávila.

Lamentablemente exposiciones decepcionantes se vienen arrastrando en diferentes puntos a nivel nacional, y desde Lima Gris creemos que si este tipo de eventos se hace en las instalaciones del Ministerio de Cultura, la cual es una institución del gobierno peruano, no debería existir carencias curatoriales ni museográficas. Pasar por alto esto, es contribuir con la mediocridad y el conformismo que por mucho tiempo le viene haciendo daño al desarrollo del arte en nuestro país.

Diego Bejar, con su denuncia y retiro de su obra de la exposición, se atrevió a dar el primer paso para generar una ola de protestas en contra de las negativas exposiciones. A estas alturas no se puede permitir que estas cosas suceden en una institución del gobierno.

Hubiéramos querido tener el descargo de la ministra de Cultura Leslie Urtega, responsable de los que pasa en el MINCUL, pero desde hace varias semanas ella se niega a conversar con Lima Gris.

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